El aparato era de las Brigadas de Refuerzo Forestal del Ministerio de Medio Ambiente
Seis muertos al caer al mar en Canarias un helicóptero antiincendios
Los equipos de rescate buscan durante horas los cuerpos del piloto y del copiloto
La cola del helicóptero fue sacada del agua para investigar en ella las causas del accidente
Cuatro personas muertas y dos desaparecidas es el balance del accidente del helicóptero «Sikorsky 61» que cayó al mar ayer a cuatro millas y media de Tenerife. El aparato había sido contratado por el Ministerio de Medio Ambiente y estaba destinado al traslado de personas para luchar contra los incendios forestales. La aeronave viajaba desde La Palma, donde tenía su base desde el pasado jueves, hacia Gran Canaria para realizar una revisión rutinaria. El delegado del Gobierno en Canarias, José Segura, informó que se han recuperado los cadáveres del mecánico Jorge Luis Reyes y el de Álvaro Zapata, ingeniero de montes y responsable de la Brigada Aerotransportada de La Palma. Los otros dos cadáveres corresponde a una ingeniero técnico forestal, que no estaba adscrita a La Palma, y otra mujer de nombre Tania. Todos pertenecían a Tracsa, empresa pública que gestiona todo lo relacionado con los espacios naturales para el Ministerio de Medio Ambiente. De momento no se han encontrado los cuerpos del piloto, Joaquín Ortiz de Zárate, ni del copiloto, Antonio Ruiz Lacasa. Los equipos de rescate buscan en superficie por si ambos salieron de la cabina y han sido arrastrados por algunas de las fuertes corrientes marinas existentes en la zona. Si se hundieron con los restos del aparato siniestrazo, estarán a unos 700 metros de profundidad que es el fondo de la zona en que se ha producido el accidente. Los equipos de rescate encontraron una de las dos cajas negras que tenía el helicóptero, concretamente la de la parte de popa, así como otros restos del aparato que están siendo trasladados al puerto de la capital tinerfeña para llevar a cabo su análisis e investigar sobre la causa del accidente.