Los vecinos arrojaron cubos de agua a los fieles ante el intenso calor

Los cubos de agua arrojados desde algunos de los balcones de las casas que dan a la plaza de la Virgen de Valencia aliviaron el sofocante calor que sufrían los peregrinos que esperaban la llegada del papa Benedicto XVI a la basílica de la Virgen de los Desamparados. Peregrinos de todo el mundo se congregaron en la plaza desde primeras horas de la mañana para participar en el rezo del ángelus con el Pontífice. Los miles de fieles reunidos combatieron con gorras, sombreros, pañuelos y paraguas el intenso sol y la fuerte humedad que había en el ambiente, por lo que muchos de ellos recibieron con algarabía los cubos de agua que en su auxilio lanzaron los vecinos desde sus balcones. Los servicios sanitarios atendieron durante la mañana a cinco personas que sufrieron lipotimias.