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El Gobierno dice que la reunión con Zapatero fue cordial y sin reproches

Benedicto XVI y Zapatero charlaron «con especial detenimiento» de la situación de África

Publicado por
E. Clemente - enviado especial | valencia
León

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El esperado encuentro entre el presidente del Gobierno y Benedicto XVI resultó «extraordinariamente cordial», se desarolló en un «ambiente muy amable y cortés» y no hubo reproches, según aseguraron fuentes del Gobierno. A pesar de que estaba previsto que durara 20 minutos, se prolongó a casi 40. Los asuntos que trataron fueron la familia, la paz, la inmigración, el futuro de Europa y, con especial detenimiento, la situación de África, de acuerdo a esas fuentes. En declaraciones a este periódico, el embajador español ante la Santa Sede, Francisco Vázquez, insistió en que la «larga» entrevista había sido «muy positiva», y dijo que Zapatero había quedado «muy satisfecho». En su opinión, la incorporación a la reunión de la vicepresidenta, Fernández de la Vega, supone un «espaldarazo al diálogo iniciado hace dos meses». Vázquez dijo que «en estas relaciones hay más coincidencias que desacuerdos» y como muestra de la cordialidad relató que el Papa dijo a Zapatero que «el embajador es bueno», lo que le hizo reír a éste. A su llegada al Palacio Arzobispal, el jefe del Gobierno fue recibido con abucheos e insultos procedentes del escaso público congregado allí: «¡Vete con la ETA, que son tus amigos!», «¡ETA y ZP, la misma mierda es» y «¡Zapatero, aquí no te queremos!», se oyó. Durante una jornada en el que el Papa evitó la confrontación con el Gobierno, el portavoz del Vaticano, Navarro Valls, mostró su malestar por la ausencia de Zapatero en la misa que clausurará hoy el encuentro de las familias y recordó que incluso tres dirigentes comunistas, Fidel Castro, Daniel Ortega y Jaruzelski, participaron en las misas de Juan Pablo II. En cualquier caso, dijo que «a la misa no se invita a nadie, va el que quiere». El secretario de Estado de Comunicación, Fernando Moraleda, quitó trascendencia al asunto y recordó que Felipe González tampoco asistió a las misas del Papa polaco, al igual que Bush y Chirac. «Lo acoge un país moderno, dinámico, solidario y diverso, una antigua y gran nación, fiel a sus tradiciones, amante de la paz, la justicia y la libertad» Don Juan Carlos I, Rey de España

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