Las nuevas ordenanzas municipales de tráfico no especifican todavía qué barrios de la ciudad serán los afectados
León tendrá «zonas 30» donde no se permitirá circular a mayor velocidad
La medida sólo se ha ensayado hasta ahora en unas pocas calles de Barcelona y Madrid
«En la regularización del tráfico de las ciudades dicen en Europa que las zonas 30 son el futuro y ya se está ensayando» MARTÍN MUÑOZ , Intendente jefe de la Policía Local de León Las nuevas Ordenanzas Municipales de Tráfico, que están a punto de ser publicadas en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP) prevén la creación de «zonas 30» en la ciudad, a medias entre las calles peatonales y las de libre circulación, donde el tráfico rodado no podrá superar una velocidad de 30 kilómetros por hora. En las primeras sólo excepcionalmente se permite circular a vehículos de personas residentes en la zona y cediendo todo tipo de prioridades a los peatones, en tanto que en las segundas rigen los semáforos y velocidades habituales en los cascos urbanos de hasta 50 kilometros. Según el intendente jefe de la Policía Local de León, Martín Muñoz, la introducción de la figura de «zona 30» en la nueva normativa municipal de tráfico es, de momento, sólo una puerta abierta a la recalificación de las zonas residenciales de la ciudad más emblemáticas, a medio camino entre el casco histórico, por ejemplo, y las que, no tan lejos, tienen una clara vocación de mejorar también la calidad de vida de sus habitantes, con la menor contaminación posible de humos, ruidos y prisas. Espacios abiertos Las ordenanzas del tráfico rodado pretenden actualizar el callejero de la ciudad y su ordenamiento, que se hayan quedado anticuados por la propia expansión de la periferia desde que se aprobaron las anteriores en 1980. También por la propia densidad de la circulación de vehículos a motor, multiplicada, a su vez, varias veces y que cada año crea mayores problemas. Las infraestructuras en forma de rondas de circunvalación se han mostrado totalmente insuficientes, además de llegar con retraso, y el Ayuntamiento prefiere ahora desanimar la circulación al menos en las demás barriadas. Otra cosa es que lo consiga. Según Martín Muñoz, al menos en los cascos urbanos más céntricos la solución al tráfico pasa por este tipo de medidas, que hasta ahora sólo se han ensayado en muy pocas y pequeñas áreas de Madrid, «creo que no más de media docena de calles», y también en algunas localidades de Cataluña, como Hospitalet de Llobregat, donde nadie puede conducir a más de 30 kilómetros por hora. En algunos países europeos se ha probado también a hacer lo mismo, hace de eso diez años, y parece que les funciona bien, aunque no hay todavía constatación real de resultados que sirvan de ejemplo a otras ciudades. Ellos fueron los primeros y con el tiempo se verá si tuvieron o no razón, aunque dicen, mientras tanto, que ese es el futuro». La nueva normativa municipal de tráfico deja abierta discreccionalmente a los políticos de la corporación de turno la posibilidad de colocar las «zonas 30» en cualquier barriada, sin que inicialmente esté prevista ninguna en concreto, al menos a corto plazo. Según los técnicos municipales podría ser cualquiera, con tal de reunir requisitos genéricos que podrían valer para todas: conciliar la convivencia entre vehículos y peatones, no superar una velocidad urbana razonable y limitar los estacionamientos a las horas nocturnas, cuando en la calle ya no se interrumpe nada. Campaña de concienciación A la espera de que se concreten las nuevas zonas semirrestringidas a los coches, la nueva ordenanza también endurece todo lo relacionado con la grúa muncipal y la retirada de vehículos mal estacionados, detallando hasta una docena de supuestos para imposibilitar cualquier tipo de recurso o reclamación posterior: dobles filas, en vados, lugares de carga y descarga, aceras y bordillos, zonas reservadas a desfiles o procesiones, espacios para transportes públicos, etcétera. Las normas no son más duras que las anteriores, pero las concretan sin dejar lugar a ninguna duda. Lo mismo sucede con otros artículos relacionados con el abandono de vehículos, que serán trasladados al desguace previa identificación y multa al propietario; la ocupación de una plaza de estacionamiento callejero sin mover el coche durante un mes, algo que ocurre con frecuencia durante los meses de vacaciones en el verano; venta ambulante en lugares no autorizados; compraventa en la calle de coches o su reparación fuera de los talleres estrictamente autorizados; uso de los mismos vehículos para publicidad urbana; caravanas fuera de recintos previamente establecidas para ellas, etcétera. La nueva normativa municipal detalla todo tipo de supuestos hasta casi aburrir, ocupando un total de 32 folios. A fin de difundirla el Ayuntamiento se propone realizar próximamente una campaña de prensa y publicidad entre el vecindario, pero no dejará ningún plazo ni margen para su cumplimiento: al contrario que en otros cambios, las sanciones serán de aplicación inmediata sin dejar especio a apercibimientos previos.