Europa apuesta en Rabat poruna «inmigración selectiva»que sea temporal y con retorno
«Si lo hacemos bien, la inmigración debe ser algo positivo, un factor de desarrollo económico y de bienestar social, tanto para los países de origen como para los países de destino de los emigrantes», afirmó el ministro español de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, quien ayer dirigió la última sesión de trabajo de la cumbre Euro-Africana sobre Emigración y Desarrollo. Caldera aludió a la «integración positiva de los inmigrantes a través del mer-cado laboral», apostando por una suerte de «inmigración selectiva», en la línea de la propuesta francesa de «inmi-gración a la carta» expuesta el pasado lunes por el titular de Interior del Gobierno galo, Nicolás Sarkozy. Según Caldera, se trataría de reforzar los mecanismos para una emigración temporal y circular, aportando una mayor información sobre las necesidades del mercado laboral en Europa, conectando la oferta con la demanda de trabajo en África y facilitando el regreso de los trabajadores a sus países de origen una vez finalizado su contrato. Sería también un modo de luchar contra el «trabajo sumergido» o «irregular» que, en palabras del responsable europeo de Justicia y Seguridad, Franco Frattini, «es uno de los principales factores de atracción de la inmigración clandestina». La cumbre de Rabat concluyó con el propósito de abrir una nueva etapa en la gestión del fenómeno de la inmigración irregular, tal y como pone de manifiesto la declaración política adoptada por los 57 países presentes. «Este es el comienzo de un nuevo partenariado responsable, basado en un nuevo modelo de diálogo y en la aceptación de la corresponsabilidad de todos en cuanto a la gestión de este dossier», declaró el titular de Exterior español, Miguel Ángel Moratinos, quien no dudó en señalar que se había inaugurado una nueva dinámica en las relaciones entre África y Europa, a la que denominó como el «espíritu de Rabat». Plan de acción Asimismo, fue aprobado tam-bién un plan de acción que contiene varias decenas de medidas dirigidas a controlar de forma más eficiente los flujos irregulares de inmigrantes, a facilitar la emigración legal y ordenada hacia Europa, así como para sentar las bases del desarrollo económico africano, asumiendo que sólo atajando los problemas desde la base se podrá poner fin al drama migratorio. «Ahora tenemos una nueva visión de las cosas, un nuevo espíritu de cooperación y medidas tangibles a desarrollar de forma inmediata», afirmó el secretario de Estado de Exteriores marroquí, Taieb Fassi-Fihri. Al respecto de la firma de nuevos acuerdos de repatriación de inmigrantes, si bien la voluntad europea de llegar a nuevos compromisos con los países africanos se mantiene, «se ha avanzado hacia un nuevo escenario más complejo y que hace que la repatriación no sea más que una pieza en políticas más ambiciosas», declaró Moratinos.