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Voces contra la «rendición»

La AVT congrega a miles de personas en 22 ciudades en contra de la «rendición» del Gobierno a ETA en el 9º aniversario del asesinato de Miguel Ángel Blanco. En León no hubo protesta

Un hombre alza una pancarta en la manifestación de Vitoria

Publicado por
Melchor Sáiz-Pardo - madrid
León

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La Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) congregó ayer a decenas de miles de personas en 22 ciudades españolas en contra de la «rendición» del Gobierno ante la banda terrorista ETA, coincidiendo con el noveno aniversario del asesinato del concejal del PP en Ermua Miguel Ángel Blanco. En León, no se convocó la manifestación. En todos los actos, el colectivo de damnificados leyó el mismo comunicado para exigir al presidente del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, que «no comercie con la sangre de nuestros familiares» y lanzar velados insultos contra el PSE por su reunión con Batasuna. En Madrid, los participantes provocaron un enorme atasco al cortar parte de de la Castellana en hora punta. La convocatoria de la AVT de ayer, que contaba con el apoyo de Foro de Ermua, Fundación para la Defensa de la Nación España y Rosas Blancas por la Dignidad, fue secundada, además de en Madrid, en Alicante, Badajoz, Barcelona, Bilbao, Cáceres, Granada, Huesca, La Coruña, Lugo, Murcia, Orense, Oviedo, Palencia, Salamanca, Santander, Sevilla, Valladolid, Vigo, Vitoria y Zaragoza. La AVT, que hasta ahora había venido manifestándose con el lema «Negociación. En mi nombre, no», cambió ayer a la consigna por la de «Rendición. En mi nombre, no». Banderas de España, carteles y duros lemas contra el Gobierno y gritos de recuerdo a Miguel Ángel Blanco se vieron y se oyeron en todas las concentraciones. En la mayoría de los actos también se guardó un minuto de silencio en recuerdo a las víctimas del terrorismo y, en especial, a las de los atentados de Bombay. En Madrid tuvo lugar el acto más multitudinario con la participación del presidente del Foro de Ermua, Mikel Buesa y el sociólogo Amando de Miguel. Y con ellos, varios miles de personas, entre gritos de «Zapatero, embustero» y «Zapatero, terrorista».