«A donde vaya necesito una persona que me ayude»

«El asistente personal es la persona clave en la realización de una vida activa por parte de las personas con limitaciones funcionales, ya que su actividad no se reduce sólo al ámbito del domicilio, sino que abarca también el desarrollo, fuera de éste, de las actividades que cada individuo realice en el normal desarrollo de su vida, incluyendo el ocio, el trabajo, la vida familiar, la vida sexual y los viajes». Así define el Foro de Vida Independiente la figura del asistente personal en su postura ante la ley de autonomía personal y atención a la dependencia. Esta figura, para la que reclaman un reconocimiento jurídico y laboral diferente del auxiliar de ayuda a domicilio o cuidador, aparece reconocida en el proyecto de ley y, según declaraciones de Amparo Valcarce, es una labor que podrá ser desempeñada por personas no familiares. Las personas con discapacidad grave tendrán derecho a elegir su asistente personal dadas las características especiales de esta labor y la relación de confianza que generalmente ha de existir entre el beneficiario y la persona que presta el servicio. Dámaso Flecha, un leonés de 26 años que sufre una tetraplejia como consencuencia de una enfermedad degenerativa (acortamiento del tendón de Aquiles y disfrofia muscular tipo Duchen) da su testimonio para resaltar el valor del asistente personal: «A donde vaya necesito una persona que me ayude. En casa stán los padres y luchan contigo, pero no deja de ser una carga para ellos. En la calle siempre hay algún amigo que está dispuesto incluso a llevarme a cuestas si hace falta», reconoce. Donde más dificultades encuentra es en el acceso al trabajo. «Hice administrativo y el módulo de comercio porque no había otro centro que estuviese preparadocon rampas y accesibilidad; a los cursos de la Junta quiero ir pero me encuentro con escalones y no se puede». «Soy muy joven y tengo ganas de vivir», apostilla con una sonrisa mientras hace ejercicio en el gimnasio de Aspaym. Para él, lo más importante del reconocimiento del asistente personal es que «es un reconocimiento a la situación de las familias que están ayudando a personas con discapacidad, sobre todo a nuestras madres».