| Testimonio | La tripulación española |
«Los estamos alimentando con lo que tenemos pero no queda mucho»
El español Ramón Marcote pasaba su primera campaña en el mar cuando se topó con la patera, ayer decía sentirse nervioso, aunque tanto él como los demás se encuentran en buen estado
A bordo del barco español viaja Ramón Marcote, un marinero de Fisterra que realizaba su primera campaña. Marcote explicaba ayer por teléfono que se encontraba nervioso, pero bien, al igual que el resto de sus compañeros. «No nos dejan acercarnos a tierra, no nos dejan movernos», repetía el marinero. Explicaba también, antes de que llegase la ayuda, que estaban utilizando las re-servas de comida del buque para ayudar a los náufragos: «Los estamos alimentando con lo que tenemos, pero no queda mucho», comentaba. Algo les quedaba de agua y combustible, pero no el sufi-ciente como para regresar a España. Con todo, el problema más acuciante a bordo es la falta de espacio. No hay sitio dentro del Francisco Catalina . Hasta 15 inmigrantes de hacinan en la popa, soportando, durante el día, un intenso calor. Los familiares de los marineros españoles estaban ayer preocupados porque carecían de guantes, mascarillas y atención médica, además de escasearles las provisiones. La situación mejoró en la ta-de de ayer, con la llegada de un médico maltés al barco y suministros de agua y pan. Sólo una niña de dos años presentaba síntomas de deshidratación, el resto, tanto los tripulantes como los inmigrantes, se encuentran bien. Lo que aún no saben es cuál será su futuro, porque todavía no está claro que Malta admita como sin papeles al medio centenar de africanos, que tenían intención de llegar a Italia. El accidentado viaje del Francisco Catalina todavía podría proseguir si los contactos diplomáticos no llegan a buen puerto.