Una difícil travesía por el Canal de Sicilia
El Canal de Sicilia es, tras el Estrecho de Gibraltar y Canarias, la tercera vía de entrada a la Unión Europea de la inmigración clandestina subsahariana. La ruta es utilizada sobre todo por ciudadanos del Cuerno de África -Eritrea, Etiopía, Su-dán- que intentan cruzar el Mediterráneo con destino a Italia. Habitualmente las pateras se dirigen a dos islas italianas -Pantelleria y Lampedusa- situadas en medio del canal, más cerca incluso de tierras africanas que de Sicilia. Pero la travesía es larga -en su parte más estrecha, el canal mide 166 kilómetros-, y además los barcos negreros suelen salir desde provincias del sur de Túnez -el norte, con una boyante industria turística, es territorio vedado para inmigrantes- o incluso desde Libia. A diferencia de lo que ocurre en el Estrecho o en Canarias, las mafias suelen trabajar con grandes barcos negreros en los que viajan varios centenares de inmigrantes. Por ejemplo, en junio pasado los guardacostas italianos interceptaron un barco con 400 clandestinos. Esta circunstancia ha provocado enormes tragedias en los últimos años. En el canal de Sicilia, las aguas son poco profundas y el mar tiene un fondo pantanoso en el que resulta muy fácil que un gran barco quede encallado. Expulsados a Libia En caso de alcanzar las islas italianas, los sin papeles tampoco lo tiene fácil. Las organizaciones no gubernamentales han denunciado el sistemático incumplimiento de la legislación internacional por parte de las autoridades transalpinas. Tanto en Lampedusa como en Pantelleria, los centros de acogidas apenas pueden albergar a algunas decenas de indocumentados, por lo que se colapsan con facilidad. La solución del Gobierno italiano siempre es la misma: expulsar a los inmigrantes a Libia -país con el que tiene un acuerdo de repatriación-, con independencia de su proceden-cia. Desde Libia, un país que no respeta los derechos humanos, los clandestinos suelen ser devueltos a sus países de origen. Así acaban esos inmigrantes la difícil, peligrosa y a menudo mortal aventura de llegar a la tierra prometida huyendo de la nada, la miseria y la desesperanza.