Apresados en un país que no quiere saber nada de pateras
La insólita situación del pesquero español retenido durante una semana frente a las costas maltesas ha dejado al descubierto una serie de agujeros negros en la política comunitaria de inmigración, incapaz de resolver un litigio entre dos estados miembros. La pesadilla del Francisco y Catalina deja también algunas preguntas para el futuro. 1 ¿Cómo se originó el conflicto? El pesquero español rescató a los subsaharianos a 185 kilómetros de Malta y unos 50 de Libia, en aguas internacionales, pero que corresponden al área de salvamento marítimo del país norteafricano. El patrón del pesquero contactó entonces con La Valeta y tomó rumbo norte, con la intención de llevar a los indocumentados a un país comunitario, y no a un estado que no respeta los derechos humanos y en los que, temía, podía tener algún problema legal. Al llegar a unas 16 millas de Malta, les salió al paso una patrullera, que les impidió continuar. 2 ¿Tenía razón Malta? La pequeña isla mediterránea, miembro de la Unión Europea desde hace dos años y firmante del convenio de Montego Bay sobre Derecho Marítimo, tiene razón a la hora de alegar que el barco debería haberse dirigido a Libia, pero una vez que éste se encuentra frente a sus aguas, debe de acogerse a la última enmienda de este convenio, que entró en vigor el pasado 1 de julio, y por el que está obligado a ofrecer puerto seguro a un barco en la situación en la que estaba el Francisco y Catalina . 3 ¿A qué obedece la actitud de Malta? Malta es una isla de 27 kilómetros en la que viven 400.000 habitantes y cuya legislación prohíbe el divorcio y el abordo. En los últimos años, el país ha sufrido una avalancha de pateras que intentan llegar a Italia a través del canal de Sicilia. Se trata de algo similar a lo que ocurre en las Islas Canarias, pero sin un territorio continental al que desviar a los africanos. La inmigración se ha convertido en la principal preocupación de los malteses, la opinión pública presiona a sus autoridades para que pongan coto al flujo de indocumentados y estos días los medios locales se han mostrado abiertamente en contra de que el país se hiciera cargo de los 51 subsaharianos. El mes de junio pasado, una comisión del Parlamento Europeo denunció las condiciones de los centros de internamiento de indocumentados del país, entre las que destacó unas condiciones higiénicas «intolerables». 4 ¿Servirá esta pesadilla para algo? La solución a la que han llegado las autoridades maltesas, españolas y comunitarias es inédita, y podría servir para afrontar episodios similares en el futuro. El comisario europeo de Seguridad, Franco Frattini, que el episodio del Francisco y Catalina es un «importante precedente para desarrollar en el futuro la solidaridad y cooperación entre los estados miembros en materia de inmigración ilegal».