Enversa inicia el desarrollo industrial del sector con una inversión de dos millones Repercusión en los agricultores de la Ribera del Órbigo
El primero de los proyectos inversores en la zona relacionados con el cultivo y tratamiento de productos de cuarta gama echará a caminar a finales de julio. Enversa comenzará la construcción de su factoría en el polígono agroindustrial de Villarejo de Órbigo. La inversión inicial prevista ronda los dos millones de euros y la treintena de empleos para el cultivo, limpiado y envasado de elaborados de cuarta gama. El edificio contará con dos mil metros cuadrados construidos a modo de una gigantesca cámara frigorífica. En un primer momento la factoría tendrá capacidad para 1.500 toneladas anuales a pleno rendimiento, pero el programa general está estudiado con vistas cinco años, al término de los cuales la producción podría rondar las 4.000 toneladas de producto elaborado, entre los que se encuentra la lechuga, el brócoli, la escarola y la coliflor, si bien se está estudiando la posibilidad de integrar más variedades. La cantidad de hectáreas de cultivos de regadío que pueden verse afectadas durante el primer año asciende a 30,5 hectáreas, para que cuando concluya el plazo de evolución marcado durante un lustro alcanzar las 211 hectáreas cultivadas, de las que la mayor parte se deribarán del cultivo de brócoli y de lechuga. El plan a cinco años pretende estabilizar la producción y garantizar los mercados, que serán los hipermercados, supermercados de alimentación, minoristas y tiendas especializadas en productos de calidad, restaurantes, industrias de elaboración, etcétera. Universidad y Diputación Jacinto Mendoza, socio con mayor participación de Enversa, señala que el comienzo de la obra civil, una vez arregladas las licencias, tendrá lugar «a finales de julio», y concluirá a comienzos del 2007. «La maquinaria estará lista en junio del 2007 y esperamos poder ser operativos de hoy en un año», subraya Mendoza. Enversa, además, se encuentra ligada al ámbito leonés más allá del DNI o de la ubicación de su industria puesto que lleva más de una docena de meses con sucesivos estudio de viabilidad de cultivos bajo convenios de investigación con la Diputación de León y con la Universidad, merced a los cuales varios alumnos de la Universidad se han vinculado al laboratorio de investigación de Enversa, coordinado por Ana Isabel Mendoza, para analizar la respuesta de los cultivos al suelo leonés, ya que pese a contar con excelente calidad «la respuesta de las variedades cultivadas depende mucho del suelo y es ahí donde se ha de investigar para luego alcanzar el tipo de cultivo que optimice la inversión. El suelo de León no se comporta igual ante un cultivo que le suelo de otro lugar, y viceversa», explica Jacinto Mendoza. La proliferación de industrias de este tipo puede, como indican los informes de la Junta y de los agricultores, fijar la población de una zona agarrotada por el bajo rendimiento de los cereales y la remolacha e incentivar la modernización del regadío. Según el estudio aprobado por la Junta de Castilla y León la generación de industrias de este tipo (en este caso Enversa como pionera) significará a corto plazo «el incremento de la demanda de hortalizas y por ende el aumento del precio de las mismas». El hecho de mantener una industria anual para un producto semestral, como es la hortaliza, «ofrece seguridad de venta a los agricultores y garantiza que éstos estén en disposición de afrontar la modernización de los regadíos, proyecto que las administraciones tratan de implantar para ahorrar agua y mejorar el rendimiento». Del mismo modo «permitirá a los agricultores decantarse por cultivos hortícolas en vez de los actuales, como la remolacha y los cereales, con abundantes problemas de comercialización o rentabilidad».