Mueren 18 civiles y milicianos en un nuevo bombardeo israelí en Gaza

Israel renovó ayer los ataques en la franja de Gaza y mató al menos a 18 palestinos de los que ocho eran civiles, incluida una niña de tres años, en la jornada más violenta que vive la zona desde hace dos semanas. Además de la niña murió un hombre minusválido y los bombardeos causaron heridas a más de 70 personas, casi todas civiles, incluidos varios niños, de los que media docena se hallaban esta noche ingresados en varios hospitales en estado crítico. La incursión se inició hacia las cinco de la mañana, cuando más de medio centenar de tanques y vehículos blindados se dirigieron hacia la localidad de Yabaliya, en el norte de la franja. Decenas de milicianos les hicieron frente con granadas y fusiles pero los tanques abrieron fuego contra los milicianos y contra las zonas residenciales próximas a ellos. Hamás dijo que sus hombres destruyeron tres vehículos militares. Simultáneamente en el cielo volaban aviones pilotados a distancia que disparaban misiles contra los milicianos, una táctica que el Ejército emplea asiduamente desde hace varios años. Un palestino y sus hijos de 12 y 15 años fueron heridos en el área de Jan Yunis, al sur de Gaza, cuando caminaban por una calle y se toparon con una patrulla del Ejército formada por soldados disfrazados de palestinos que abrieron fuego contra ellos. Por primera vez el primer ministro Ehud Olmert admitió que su Gobierno podría negociar en el futuro un canje de prisioneros que incluya al soldado Guilad Shalit, que está en poder de las milicias, aunque añadió que ese momento todavía no ha llegado, dando a entender que para Israel ahora mismo la prioridad es continuar sus operaciones en el sur de Líbano y en la franja de Gaza. Varios dirigentes palestinos instaron a la comunidad internacional a intervenir para detener la carnicería y denunciaron que la situación en Gaza se ha olvidado a raíz de la guerra en Líbano.