Fumando espero...

En 1922 Félix Garzo compuso el famoso tango que da título a este texto; y como él, los hosteleros se aplican el modo standby a la espera de la, visto lo visto, ansiada ley autonómica. Los ecos que llegan del anteproyecto rezuman flexibilidad por todos los poros, si bien la prohibición básica de la ley Estatal sigue indemne. Ejemplifica el asunto el hecho de que los mismos que se han encargado de matizar el texto autonómico aseguren que se aleja de la intención inicial del Ministerio de Sanidad, que reñido con los hábitos perniciosos para la salud, estimó en esta normativa un descenso del consumo de tabaco. ¿Y qué intención persigue entonces? Sustentándonos en la adversión política de los gobernantes autonómicos para con el Gobierno Central (y viceversa), desempolvando las críticas de los populares a la ley y analizando quién ocupa los asientos en Madrid y en Valladolid... la cosa se aclara, y a río revuelto, ganancia de hosteleros leoneses. Éstos esperan para reformar sus locales no sea que por adelantarse pierdan la oportunidad de ahorrarse unos cuartos. Así las cosas todavía colean dudas. Por ejemplo la potestad para denunciar: desde el Gobierno se asegura que cualquier persona, mientras que el servicio territorial de Sanidad recela y otorga más credibilidad a la figura de los inspectores, «¿quién va a levantar el acta?», se preguntan. El tiempo medra y sostiene en vilo la aplicación de una ley que el uno de septiembre verá la luz. Hasta entonces yesca y cenicero para aguardar, como Félix Garzo, la ansiada venida del texto autonómico.