El 70%, en régimen de arrendamiento

El mercado de fincas rústicas, estadísticas oficiales al margen, es en la práctica tan poco trasparente como escaso en operaciones de compra-venta. Según el secretario leonés de Asaja, José Antonio Turrado, ahora mismo el 70% de las fincas se están cultivando en régimen de arrendamiento, una vez jubilados sus antiguos propietarios: «los alquileres tampoco han dejado de subir y pueden calcularse ahora entre 60 y 90 euros para una hectárea de secano y entre 300 y 450 euros al año para una de regadío, dependiendo de las comarcas, pero lo que apenas hay son transacciones, porque, aunque las tierras se hereden de padres hijos y éstos últimos hayan emigrado a la ciudad, suelen conservar la propiedad hasta que aparece una segunda o tercera generación y ya no tiene ningún vínculo con el pueblo de origen, ni laboral ni afectivo». «La única excepción», según Turrado, «es cuando el propio agricultor jubilado vende las tierras para comprarle un piso a los hijos en la ciudad e irse con ellos, pero eso sucede cada vez menos porque con lo que pagan por una hectárea no da ni para la entrada de la casa».