La delicada restauración del pellote de la infanta

Esta serie de imágenes muestra el proceso de restauración del pellote de la infanta. Esta prenda presentaba suciedad generalizada, manchas de color negruzco (posiblemente de mohos) y de humedad; lagunas provocadas por cortes intencionados y desgarros en las franjas de hilos de oro. Debilidad de la fibra que provocó en algunos casos pérdidas de tejido y deformaciones y arrugas generalizadas. Lo primero que se realizó fue la separación de la seda del forro de piel. Para consolidar los restos textiles se confeccionó un soporte de refuerzo, siguiendo las técnicas originales, en seda cien por cien, teñido con colorantes, de modo que facilitara la lectura estética de las lagunas. Se hizo el cuello acorde con los restos encontrados en la zona delantera y tomando como modelo la información aportada por otros pellotes coetáneos: Huelgas reales de Burgos, documentos gráficos de las Cantigas de Alfonso X, y esculturas y pinturas de la época. Sobre el soporte se colocó la pieza uniendo el conjunto con líneas de fijación; para consolidar los deterioros se utilizaron puntos de costura específicos de la restauración textil. Se recolocaron los pequeños fragmentos mediante agua micronizada, producida por un humidificador de ultrasonidos, y se sujetaron con alfileres entomológicos. Los hilos metálicos, por su fuerza y rigidez, hubo que sujetarlos uno por uno y realizar además una costura más minuciosa.