La limpieza de castaños en Valdelaloba originó el fuego que abrasó 480 hectáreas

El incendio que se originó la mañana del martes en Valdelaloba (Toreno) calcinó casi 500 hectáreas de monte en los pueblos del contorno, según los datos facilitados por la Junta de Castilla y León, que dio por controlado el fuego a primera hora de ayer miércoles. Las llamas, que pusieron en peligro a diversas poblaciones, sobre todo a Finolledo y Fresnedo, ambas en el municipio de Cubillos, se originaron según las investigaciones por una negligencia. Al parecer por la quema efectuada en un soto de castaños para proceder a su limpieza, una vieja costumbre que ya está totalmente prohibidas en estas fechas. Más de 140 profesionales, que trabajaron con el apoyo de abundantes medios aéreos y también mecánicos, consiguieron detener el avance de las llamas hacia las 02.00 horas de la madrugada. Pero el operativo se mantuvo plenamente activo durante toda la noche, sometido al riesgo de intensas rachas de viento de dirección variable, y también ayer por la mañana. De las 480 hectáreas abrasadas, la mayor parte son pinares y también pastos y matorral. En esta zona de la comarca, muy cerca de Ponferrada, destaca la existencia de repoblaciones con más de 50 años de antigüedad, buena parte de las cuales ahora se han perdido. Más fuegos en el Bierzo En las últimas horas se registraron incendios en Ozuela (Ponferrada) y en Páramo del Sil. En el primer caso ardieron 7,5 hectáreas de matorral y castaños y en el segundo un hectárea de matorral. Además, ayer se daba por controlado otro foco en el municipio de Barjas. Más de 140 profesionales contra el fuego Durante toda la tarde y hasta altas horas de la madrugada, más de 140 profesionales trabajaron sin descanso en la extinción de las llamas. Junto a ellos, helicópteros y un avión anfibio se esforzaron para evitar que el fuego llegara a las casas. Tras el miedo, balance en las calles del pueblo Después de una tarde y una noche «de auténtico infierno», los vecinos de Finolledo salían a la calle a comprobar el terrible paisaje que el fuego les dejó. Su protesta, que los medios de extinción no llegaran antes. Sin línea de teléfono En las inmediaciones de la gasolinera de la C-631, la mañana amaneció ennegrecida. Los cables de la línea de teléfono estaban totalmente quemados, por lo que los trabajadores se dedicaban a cambiarlos. La gasolinera, sin teléfono y reviviendo del gran susto. «Cuando se pide el fin de la impunidad del incendiario es porque el daño que causa tarda muchos años en poderse reparar» EDUARDO FERNÁNDEZ, delegado territorial de la Junta