El Gobierno español pide ayuda a la Unión Europea para atajar la oleada de incendios de la comunidad gallega
Miércoles negro con récord de fuegos
Más de 150 focos seguían activos en la que ha sido la peor jornada desde el viernes
La situación de emergencia que vive Galicia ha obligado ya a recurrir a la ayuda internacional. El Gobierno central solicitó a Bruselas el envío de medios materiales y humanos para atajar la oleada de incendios forestales que asolan la comunidad gallega. La respuesta no se ha hecho esperar. Francia e Italia han enviado ya dos aviones Canadair cada una, mientras que Portugal, que también sufre una oleada de incendios, ha cedido al país vecino una veintena de vehículos y 65 bomberos. El comisario europeo de Medio Ambiente recordó que más países comunitarios están evaluando sus recursos para responder a la petición española. La magnitud de los fuegos han despertado también la solidaridad de otras comunidades. Sólo tres autonomías -Murcia, Canarias y Cataluña, esta última asolada también por las llamas- no han mandado refuerzos a Galicia. El resto, ya sea a través de medios humanos, materiales o de transporte, colaboran en la medida de sus posibilidades con la extinción de los incendios gallegos. Andalucía, Asturias, Madrid, La Rioja y Valencia son las autonomías que han incluido en sus refuerzos medios aéreos. La ministra de medio Ambiente, Cristina Narbona, señalaba ayer que en Galicia trabajan más de medio centenar de aeronaves, 450 vehículos y unas 6.500 personas. La peor jornada. El día de ayer fue el peor en número de incendios desde el comienzo de esta oleada el pasado viernes. Un total de 158 incendios permanecían activos a última hora de ayer, 93 de ellos incontrolados. La provincia de Pontevedra fue la más afectada con 42 fuegos sin controlar y otros 41 activos. En La Coruña el número era de 36 incendios incontrolados y 9 activos pero bajo control. En Ourense había a última hora 18 incendios activos (8 sin controlar), mientras que en Lugo el número era de 12 activos (de los que 7 aún no estaban controlados). Los más graves son los de Ames (en donde hubo que desalojar una urbanización) y Cee en A Coruña; Vilalba y Meira en Lugo; Melón, Coles y Monterrei en Ourense; y los de Oia, una parroquia del concello de Pontevedra, A Estrada y Forcarei en Pontevedra. El principal objetivo de los medios que trabajaron en la extinción de estos dos últimos era evitar que se unieran al incendio de Cotobade. Aeropuertos en peligro. La intencionalidad de los incendios quedó patente con los focos que surgieron próximos al aeropuerto de Lavacolla (Santiago), que obligaron a Medio Rural a intensificar las labores de extinción -hubo cinco focos simultáneos- para poder mantener su dispositivo de medios aéreos. Desde la consellería aseguran que finalmente no se inhabilitó ninguna pista y que el operativo pudo mantenerse. Evitar la AP-9. Los responsables de Tráfico en Pontevedra advirtieron a los vecinos que tengan intención de desplazarse entre Santiago y Pontevedra que no lo hagan ni por la AP-9 ni por la N-550 debido a los cortes de tráfico. A última hora de ayer la AP-9 permanecía cortada en ambos sentidos.