Diario de León

El convoy acababa de pasar diez minutos antes por la estación facundina, donde realizó una parada mínima

Un tren descarrila cerca de Sahagún por exceso de velocidad y deja seis muertos

La cifra provisional de heridos superó los sesenta, tres de los cuales son leoneses Testimonios:

Bodelón

Bodelón

Publicado por
Miguel Ángel Zamora - villada
León

Creado:

Actualizado:

Seis personas resultaron muertas y más de sesenta heridas como consecuencia del descarrilamiento de un tren procedente de La Coruña, Santiago de Compostela y Vigo con destino a Hendaya, que a la altura de la localidad palentina de Villada, a diez escasos kilómetros de la frontera geográfica con la provincia de León, se salió de la vía e impactó contra el puente que soporta una de las carreteras locales, tras destrozar uno de los pilares laterales y la parte inferior de la estructura, contra la que impactó el techo del segundo de los vagones. En el momento de lo ocurrido, 426 personas se encontraban a bordo. Según confirmó a primera hora de la noche la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, el accidente se debió a un exceso de velocidad en el punto en el que se produjo el accidente, donde se estaban realizando obras de acondicionamiento del trazado, según varios de los testimonios recogidos. La máquina no debía circular en ese punto a más de 30 kilómetros por hora, pero de acuerdo a los primeros datos recogidos, la velocidad era superior. Queda ahora por confirmar si el error del que derivó el fatal desenlace fue mecánico o humano. Al ser la estación de Villada de las denominadas de funcionamiento automático, un mecanismo debía haberse encargado de dar la orden para la reducción de la velocidad. En caso contrario, habría sido el maquinista del convoy quien debiera haber ejecutado la maniobra. Las primeras versiones apuntan que falló el mecanismo, más que la persona. Los hechos se produjeron poco a las 15.52 horas. El convoy, formado por una locomotora y cinco vagones, se aproximaba a la estación de la primera localidad de la provincia palentina, tras haber salido con un cierto retraso sobre el horario de las 8.00 de la mañana, que era el que tenía previsto para partir de La Coruña. Varios pasajeros significaron en sus primeras impresiones que circulaba demasiado deprisa desde hacía ya muchos kilómetros. El segundo y el tercer vagón impactaron contra la estructura del puente y en pocos segundos quedaron convertidos en un amasijo de hierros. El resto de los vagones, apenas sufrieron desperfectos externos, aunque en el interior sí se notaron los efectos de lo ocurrido: «Nos zarandeábamos de un lado a otro, las maletas empezaron a caer encima de la gente y hubo gritos por todas partes. Nos dimos cuenta pronto de que era gordo» declaró entre sollozos una de las primeras pasajeras en bajarse del tren. Apenas unos segundos después de producirse el descarrilamiento, los vecinos de las calles aledañas a la estación, comenzaron a prestar ayuda a los heridos y a atender las peticiones. Dada la gravedad de la situación, los efectivos de la Guardia Civil y Cruz Roja de la comarca y de la provincia palentina, solicitaron ayuda urgente a las zonas limítrofes. Sahagún envió los primeros apoyos, y pronto partieron desde León y San Andrés del Rabanedo todas las ambulancias disponibles, con una coordinación calificada de excelente por parte de la Junta de Castilla y León. Valladolid y Palencia recibieron a los primeros heridos, y hasta la capital leonesa se desplazaron 25 heridos de diversa consideración, que quedaron internados en el Hospital de León. La colaboración de la población castellana resultó excepcional. Desde un simple vaso de agua hasta el ofrecimiento de los domicilios más próximos para albergar a los heridos, toda la ciudad se volcó. Las naves de Pipas Facundo, la popular empresa de frutos secos, fueron habilitadas como improvisados hospitales de campaña, e incluso en una de las zonas, se dispuso un recinto de prensa, donde se fueron facilitando los primeros datos a los numerosos medios de comunicación que se desplazaron a la zona. Apenas dos horas después de producirse el accidente, los viajeros que estaban en disposición de continuar el viaje, fueron realojados en autobuses, la mayor parte correspondientes a empresas de León, a bordo de los cuales continuaron el viaje. Los de filiación española viajaban mayoritariamente con destino al País Vasco mientras que buena parte del grueso de la expedición correspondía a extranjeros que habían finalizado el recorrido del Camino de Santiago y se disponían a retornar a sus países de origen. Los heridos, fueron reintegrándose a la normalidad de acuerdo a la evolución de sus dolencias. A última hora de la noche, la población recuperó parte de la normalidad perdida. La Junta de Castilla y León decidió decretar la jornada de hoy como día de luto oficial en toda la comunidad autónoma, por lo cual, las banderas de los organismos oficiales ondearán a media asta en señal de duelo.

tracking