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Las críticas del PP y de la AVT dificultaron su labor de apoyo a los afectados por el terrorismo

Peces Barba deja el cargo sin cumplir su objetivo de ayudar a las víctimas

El Gobierno suprime el Alto Comisionado un año y medio después de crear el organismo

Publicado por
M. Suárez - madrid
León

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El Consejo de Ministros cesó ayer a Gregorio Peces-Barba y suprimió el cargo de Alto Comisionado para las Víctimas del Terrorismo que el ponente constitucional desempeñó durante casi dos años. El propio Peces-Barba anunció el pasado febrero su retirada para regresar a la Universidad Carlos III, de la que es rector, después de protagonizar un mandato lleno de desencuentros y tensiones con la Asociación Víctimas del Terrorismo y con el Partido Popular, que desde un principio exigieron su dimisión. Antes incluso de tomar posesión del cargo en diciembre de 2004, el ex presidente del Congreso de los Diputados ya fue objeto de duras críticas por parte del líder de la oposición, molesto porque José Luis Rodríguez Zapatero no contó con su opinión para el nombramiento. De nada sirvió que designara a una antigua colaboradora de Mariano Rajoy como 'número dos' del departamento; su gestión estuvo continuamente criticada por el PP y por la AVT, recelosos del trato dado a la Asociación de Víctimas del 11 de marzo. Peces-Barba impulsó ayudas de apoyo a las víctimas en materia de educación, acceso a la vivienda, atención letrada gratuita, pensiones extraordinarias a las parejas de hecho o alejamiento de los condenados por delitos de terrorismo. Pero en este tiempo -20 meses- el ex Alto Comisionado no se sintió suficientemente arropado por el jefe del Ejecutivo ante las duras críticas del PP y de la AVT. Reconocimiento y elogios Ayer el Gobierno le condecoró con la Gran Cruz de la Real Orden Española de Carlos III y ensalzó su labor. La vicepresidenta primera y portavoz gubernamental, María Teresa Fernández de la Vega, destacó al término del Consejo de Ministros que Peces-Barba estableció en este tiempo una relación de cercanía con las víctimas y sus familiares «no siempre reconocida». Ensalzó su «paciencia, discreción y tenacidad, su altura moral indiscutible» y consideró un privilegio haber trabajado con él. Tras agradecerle su labor y mostrarse convencida de que Peces-Barba se marcha con la satisfacción del deber cumplido, la vicepresidenta recordó que el ponente constitucional no cobró ningún sueldo -es incompatible con ser rector de la Universidad Carlos III. Antes de despedirse, Peces Barba dejó en la mesa del Gobierno el anteproyecto de ley de Víctimas, una norma que tenía que haber visto la luz antes del verano, según anunció en su momento el Alto Comisionado, pero que ahora aguarda su momento en un cajón de Moncloa. El cese del veterano dirigente socialista coincidió con una amplia reestructuración del Ministerio del Interior. El Gobierno decidió suprimir el cargo de Alto Comisionado, como había pedido el PP, y crear una nueva Dirección General de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo.