Las instalaciones y la red de colectores completa prestarán servicio a 132.000 personas
El delegado de la Junta, y los alcaldes de Ponferrada y Cubillos
Cuando la estación depuradora de Villadepalos y su red de colectores de 60 kilómetros esté completa, las aguas residuales que generan hasta 132.000 habitantes de una decena de municipios (Ponferrada, Cacabelos, Villafranca, Camponaraya, Cubillos, Corullón, Toral de los Vados, Carracedelo, Cabañas Raras y Molinaseca) recibirán un tratamiento que permitirá su uso para el baldeo de calles o el riego y mejorará la calidad del agua del río Sil, al que Raúl Valcarce quería ayer ver «poblado de truchas y peces» de nuevo. Se trata de tener «ríos más vivos», y ahorrar agua potable, recalcó la ministra. Para ello, las nuevas instalaciones de Villadepalos -una depuradora convencional de fangos activos que elimina el nitrógeno y el fósforo, de forma que los efluentes no dañen zonas sensibles del río como los cotos trucheros- podrá tratar en sus balsas de decantación un caudal de 55.645 metros cúbicos al día. El caudal máximo para el que ha sido diseñada la depuradora, con un coste de más de 26 millones de euros sin incluir la red de colectores, es de 2.837 litros por segundo. El colector interceptor general del río Sil, de 16 kilómetros, ha costado 11,5 millones para recoger las aguas residuales de 90.000 personas de Ponferrada y sus localidades próximas hasta Villadepalos. Cuenta con una tubería de hormigón principal capaz de recoger 1.887 litros por segundo y siete ramales. Los colectores generales de los ríos Cúa, Burbia y Barredos, de 17 kilómetros, tienen un coste de 14 millones y sirven a 18.000 habitantes. La terminación del colector del río Burbia, de 15 kilómetros, costará nueve millones y servirá a 4.000 habitantes de la zona de Villafranca. Y la terminación del colector de Los Barredos, de 12 kilómetros y con 3,8 millones de coste, servirá a 8.000 habitantes.