León recibirá 20 inmigrantes a la semana para aliviar la situación de Canarias

El Gobierno enviará a León, a través de la oenegé Accem, una veintena de inmigrantes antes de que finalice la semana. Estos traslados sirven paliar la saturación que de los centros de acogida en las islas por la avalancha de inmigrantes que sufre el país. Desde el día 1 de Enero Accem ha atendido en León a 90 trasladados, de los que la gran mayoría, unos sesenta, llegaron a la provincia en junio. Durante los meses de julio y agosto Accem no recibió ningún traslado en León. Hasta el 24 de agosto Castilla y León recibió, por medio de gestiones de la Junta, unos 529 subsaharianos de los que 116 tomaron León como destino, lo que hasta ese momento suponía que uno de cada cuatro inmigrantes que recibe la comunidad era atendido en León. A finales de agosto ya sorprendía el hecho de que sin finalizar el año, la cantidad de inmigrantes recibidos en León cuadriplicaba el total de los que llegaron a la provincia durante el 2005, concretamente 41, según precisó la Junta de Castilla y León. Las comunidades dan la cara La reunión del Gobierno con los responsables autonómicos para incrementar los traslados de inmigrantes irregulares de Canarias a la Península concluyó anteayer con un compromiso «mayoritario» de los Gobiernos autonómicos para aumentar las plazas de acogida, pero sin concretar cifras. A partir de ahora, cada Ejecutivo autonómico informará al Gobierno central de forma bilateral de cuántas plazas más va a poner en la red, según explicó tras concluir el encuentro la secretaria de Estado de Inmigración, Consuelo Rumí, quien presidió la reunión junto al secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho. Según apuntó Rumí, sólo el Gobierno de La Rioja dijo claramente que no ofrecería plazas para la acogida; otras comunidades, como Madrid o la Comunidad Valenciana, gobernadas por el PP, subrayaron que, antes de tomar una decisión, esperarán a saber el número de plazas que gestionan en sus territorios las ONG. El director general de Atención al Ciudadano y Modernización Administrativa de la Junta de Castilla y León, Félix Colsa, exigió anteayer al Gobierno central una política «más seria y rigurosa» para frenar la oleada de inmigrantes ilegales. Félix Colsa, que realizó estas declaraciones a Ical tras asistir a la reunión de la Comisión Mixta de Inmigración, que se celebró en el Ministerio del Interior, denunció que es «irreal» el análisis de la Administración central sobre la situación, y exigió una información detallada sobre el número de traslados y los centros de acogida. En este sentido, aseguró que el País Vasco no ha recibido ni un solo inmigrante ilegal hasta estos momentos frente, por ejemplo, a los seiscientos que ha acogido este año Castilla y León. Firma de un nuevo convenio Por ello, reprochó al PSOE que considerara el fenómeno de la inmigración ilegal como un problema de Estado cuando estaba en la oposición y, ahora, diga que es una responsabilidad del Gobierno pero también de todas las comunidades autónomas. Pese a esta situación, Félix Colsa recordó que Castilla y León, con un censo aproximado de noventa mil emigrantes regulares, dispone un plan de emigración propio y, en los próximos meses, previsiblemente firmará un nuevo convenio con el Gobierno central para acoger a emigrantes irregulares, después de que se hayan aceptado algunas de las peticiones de la administración autonómica. Finalmente, Colsa lamentó que el Gobierno central sea «tan autocomplaciente», pese a la grave preocupación que se ha suscitado en todas las comunidades autónomas y la «alarma social» que el fenómeno de la emigración ilegal ha suscitado. «Si quieren exigir lealtad a las comunidades autónomas, el Gobierno debe informar primero de cuantos emigrantes ilegales se trasladan y a dónde se trasladan», concluyó. La oenegé Accem comenzará a recibir cerca de veinte inmigrantes cada semana para desahogar los centros de internamiento de España. Los africanos que llegan a León lo hacen después de volar desde las islas a Madrid, para una vez allí trasladarse en autobús a la provincia leonesa. No obstante sólo pasarán en León una media de tres días, en los que se pone a su disposición manutención, higiene, información y posibilidades de trasladarse a otro punto de la geografía española, si es que tienen a quién remitirse. Desde Accem explican que el primer día suelen dejarles descansar, «porque tras un viaje en avión desde las islas y 400 kilómetros en autocar necesitan descansar». Al día siguiente se les orienta sobre su situación en el mapa, ya que tanto movimiento en un país que no conocen les desorienta. En los centros de acogida se trata cada caso individualmente, se charla con ellos, por medio de traductores que conocen sus idiomas, y se evalúa cada caso. Alguno de los inmigrantes solicita asilo, por lo que se ha de estudiar su circunstancia a fondo. Éstos son los únicos que permanecen en León más tiempo que el resto, si bien durante el último año sólo se ha registrado un caso de este tipo, pero tras concluir el estudio también prefirió marcharse de León. «Una vez que llegan se les explica su situación para que tengan conciencia de que se les atiende en un centro de inmigrantes fruto de una emergencia humanitaria, después se les dan unas nociones básicas del idioma y se les orienta sobre su posición geográfical», explican desde Accem. El 100% se marchan Aunque el trato dispensado en León resulta exquisito, lo mismo que la humanidad con la que se trata a los inmigrantes, la totalidad de los 90 que ha recibido en la provincia Accem han preferido trasladarse a otros puntos de la geografía, donde aseguran tener algún pariente o amigo. A pesar de lo expuesto, resulta sintomático que las personas que están dispuestas a todo para abandonar su país en pos de un futuro más halagüeño, renuncien a quedarse en León. Sin alarmismos, el detalle da que pensar, y tras rumiarlo un par de minutos en la cabeza resulta que los inmigrantes no se quedan más de tres días en tierras leonesas, cuando no les importa jugarse la vida.