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| Crónica | El punto de partida |

Las mafias, cada vez más lejos

El Gobierno asegura que la presión policial ha desplazado los puntos de embarque clandestinos a zonas del África subsahariana que están completamente fuera de su control

Publicado por
Melchor Sáiz-Pardo - madrid
León

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El ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, dijo ayer que la presión policial y diplomática española para combatir la inmigración ilegal ha desplazado los puntos de embarque de clandestinos a zonas del África subsahariana donde es imposible evitar su salida. El ministro, que ayer se reunió con su homólogo mauritano, Mahfoudh Ould Bettah, para firmar cuatro convenios judiciales, se felicitó por la colaboración de Mauritania y Marruecos para intentar frenar las oleadas de indocumentados, pero advirtió que la cooperación de estos dos países no va a reducir las llegadas. López Aguilar señaló que ahora los cayucos parten del sur de Senegal, por debajo de Gambia, desde la zona fronteriza con Guinea Bissau, un área «sin control» por parte de las autoridades de Dakar. El ministro de Justicia se hacía así eco de varios recientes informes diplomáticos enviados al Gobierno que desvelan que las mafias de la inmigración, tras ser acosadas en Mauritania y el norte de Senegal, han elegido como nueva zona de partida de las embarcaciones con destino a Canarias el parque de Casamance. Se trata de una vasta región controlada por el secesionista Movimiento de Fuerzas Democráticas de Casamance (MFDC), enfrentado desde hace años al Ejército de Senegal. Dakar ya ha informado a la diplomacia española que le resulta imposible tratar de frenar las partidas desde esa costa cuando sus soldados son hostigados apenas entran en la región. «Esfuerzo tremendo» Mahfoudh Ould Bettah hizo un análisis parecido a López Aguilar. El dirigente mauritano señaló que su país está haciendo un «esfuerzo tremendo» para frenar la inmigración clandestina y que, de hecho, en los primeros siete meses del año han sido detenidos más de 8.000 subsaharianos (no mauritanos) que pretendían embarcarse con rumbo a Canarias. No obstante, Ould Bettah advirtió que desde hace meses el control de las oleadas escapa a su Gobierno, ya que los cayucos parten desde Senegal u otros países del suroeste africano y navegan por aguas internacionales, evitando a propósito hacer escalas en Mauritania. El ministro de la república islamista, que insistió en el «apoyo total a España para conseguir que el flujo se limite a inmigrantes ilegales», confirmó la voluntad de su gobierno en aceptar la repatriación de todos los clandestinos que partan de sus costas, aunque se negó a dar cifras de cuántos 'sin papeles' han retornado a Mauritania en virtud de los acuerdos cerrados entre los ejecutivos de Madrid y Nuakchot.

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