Fichas y la historia de siempre

Un amplio informe manejado por el Ministerio de Cultura sentencia que «los archivos de Castilla y León se encuentran bajo mínimos» y atribuye la delicada situación que padecen muchos centros de investigación «a la dejadez de la Junta». El análisis de varios académicos y expertos en archivística vinculados al PSOE de la comunidad recalca que la Consejería de Cultura, con las competencias trasferidas en materia de personal de registros y museos, ha incumplido el convenio que la obliga a unas dotaciones mínimas. «Veinte años después de este convenio, los archivos históricos provinciales de Castilla y León presentan una plantilla totalmente insuficiente para poder llevar a cabo sus objetivos», recoge. El supuesto desinterés de la Administración autonómica por estos ficheros, se traduciría en «la desigualdad y disparidad de personal» entre los diferentes archivos históricos de la comunidad. Según los datos que maneja esta radiografía, sólo dos provincias (Burgos y Zamora) cuentan con un conservador. Ningún archivo tiene restauradores, salvo Palencia. Además, sólo Ávila, Palencia y Soria han contratado un oficial de microfilmación, cuando debería existir al menos uno en cada archivo provincial. El personal subalterno es variable de unos a otros centros y tan sólo Ávila, Palencia y Zamora cuentan con un auxiliar administrativo. Lo que es prescindible «En la mayoría de los archivos no hay personal de vigilancia», cuya función es ya imprescindible en las salas de consulta. Por supuesto, tampoco se cuenta con un servicio especializado de seguridad permanente durante todo el día de los sistemas antiintrusión, de detección volumétrica y de codificación de tarjetas de seguridad para el acceso a los depósitos. «La satisfacción de estas necesidades debe ser un objetivo prioriatario en toda política de protección del patrimonio documental a fin de evitar acontecimientos como los ocurridos en el Archivo Histórico Provincial de León, cuando en el 2002 se produjo la desaparición de un volumen de más de cien unidades de instalación o cajas», recuerda. El catedrático de Historia José Ignacio Martín Benito, Ángel Moreno Prieto, del Instituto Universitario de Historia de Simancas, con la colaboración del socialista soriano Guillermo Gómez Modamio, denuncian en su estudio Los archivos de Castilla y León, bajo mínimos la «disparidad» de unos registros respecto a otros. Comparan el de Valladolid y el de Zamora. «El primero cuenta con 9.000 metros lineales de documentación y cinco ordenanzas. El de Zamora, con 12.000 metros lineales, sólo cuenta con dos ordenanzas». En otras autonomías, las plantillas son mucho más homogéneas, como se muestra en una parte del gráfico superior. El informe también revela que los archivos de la comunidad son deficitarios en titulados superiores o facultativos en comparación con otros territorios. Salvo León y Salamanca, que tienen dos cada uno de ellos, el resto tiene sólo uno, y Palencia y Soria no tienen ninguno. Sólo por las mañanas, gracias «La falta de personal impide que los archivos puedan prestar el servicio de mañana y de tarde y que, en ocasiones, como ha ocurrido en Zamora y en Segovia, las salas de consulta e investigación están cerradas durante todo el día». Uno de los apartados más duros, y en los que se responsabiliza directamente a la «incapacidad» de la consejera Silvia Clemente, es el que se refiere al Archivo General de Castilla y León. Según el informe que ya ha llegado hasta el Ministerio de Cultura, la capacidad del edificio actual es insuficiente para recoger toda la documentación generada por los órganos centrales de la Administración autonómica y de los organismos de carácter autonómico, conservarla, organizarla y difundirla una vez tratada técnicamente. La consejera todavía no ha abierto la boca». Respecto a los archivos centrales de las distintas consejerías, también paceden una evidente falta de personal técnico, según concluyen estos expertos. «Esto demuestra la escasa sensibilidad hacia los archivos y el patrimonio documental del mañana, que preside la acción de gobierno de la Junta en esta materia». «Únase a todo ello -agregan los tres redactores- que en la mayor parte de los archivos territoriales de la Junta no hay archivero, a excepción de Zamora y Salamanca». Archivos municipales de 10 En lo que concierne a los archivos municipales, los de las capitales de provincia y grandes poblaciones suelen estar «bien» en cuestión de personal y cuentan con «buenas» infraestructuras y equipamientos. Los de León, Burgos y Valladolid han llegado a constituir, según el informe, ejemplos «verdaderamente modélicos» para el resto de la comunidad. En cuanto al resto de archivos municipales, sólo las diputaciones de Burgos, Valladolid, Salamanca y Palencia han suscrito convenios de colaboración con la Junta para reorganizarlos. Este convenio ha funcionado especialmente bien en la provincia de Salamanca, donde hace un par de años ya tenían clasificados 223 archivos, lo que en ese momento suponía el 62% de sus archivos municipales. El informe concluye exigiendo más personal para los archivos históricos provinciales y la actualización del Censo Guía de Archivos de España e Iberoamérica, sólo ejecutado en Valladolid y Zamora.