Relevo generacional

Con la retirada de Juan Carlos Rodríguez Ibarra de la primera línea política, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) ya no es lo que era. El dirigente extremeño es el penúltimo representante de una generación que luchó por la democracia, que llevó a su partido de la clandestinidad al poder y que tras doce años de gobierno puso los cimientos del progreso del país. Su marcha deja solo a Manuel Chaves como testigo de una época histórica para este partido. El PSOE de Felipe González es ya el de José Luis Rodríguez Zapatero: hay otra generación al mando y el partido busca nuevos caminos en los que las tecnologías se imponen a las ideologías de los días pasados. Antes que Rodríguez Ibarra se fueron José Bono -que goza de una pausa privada- y Francisco Vázquez, ahora embajador ante la Santa Sede. Son tres voces díscolas imposibles de callar que marcaron impronta en la organización socialista y que causaron más de un dolor de cabeza a los sucesivos dirigentes. Y antes también se retiraron otros como Alfonso Guerra, dedicado ahora a la Fundación Pablo Iglesias, y Txiki Benegas, que sobrevive como diputado. Algunos mantienen una febril actividad, pero alejados de España y del partido, como Joaquín Almunia, miembro del Gobierno de Europa, y Javier Solana, embajador plenipotenciario de la UE ante el resto del mundo. El propio González parece más ocupado en los asuntos internacionales que en la política doméstica. Ellos fueron quienes moldearon el PSOE cuando el viejo partido languidecía en el exilio y era incapaz de reaccionar en el interior frente a la pujanza del PCE. Amparados en alias y apodos con los que burlar la represión policial, dejaron sus profesiones para trabajar a favor de la llegada de la democracia. Inexpertos, desaliñados, pactaron con Adolfo Suárez para sacar adelante la transición, se presentaron a diputados para elaborar una Constitución de todos y aprendieron a gobernar antes de llegar a los cuarenta años. Nueva era La renuncia de Felipe González a ser reelegido como secretario general en 1997 fue el primer aviso de que se aproximaba un relevo generacional. Antes se había producido la derrota electoral que llevó al PSOE a una de las mayores crisis de su historia. En el naufragio se ahogaron casi todos, hasta que un joven diputado casi desconocido les prometió, al filo del nuevo siglo, que vendrían tiempos mejores. Rodríguez Zapatero inauguró la nueva era, ayudado por distintas circunstancias llevó de nuevo al PSOE a la victoria y, poco a poco, transformó el partido heredado para hacerlo a su imagen y semejanza. En este momento, Rodríguez Ibarra sigue siendo el decano de los presidentes autonómicos. Con su retirada, será Chaves el único gobernante autonómico que puede acreditar un número respetable de trienios en su hoja de servicios. El presidente de la Junta de Andalucía llevará 17 años en el cargo cuando se celebren las elecciones autonómicas del mes mayo próximo, una marca que, con ser notable, queda lejos del cuarto de siglo que contabilizará el presidente extremeño, conseguida tras seis reválidas en las urnas. ANTES Presidente del Gobierno entre 1982 y 1996. AHORA Presidente de la Fundación Socialismo XXI ANTES Ministro y presidente de Castilla-La Mancha AHORA Miembro del Consejo de Estado y tertuliano ANTES Vicepresidente del Gobierno entre 1982 y 1991 AHORA Preside la Fundación Pablo Iglesias y escritor ANTES Preside la comunidad extremeña desdesde el año 1982 hasta día de hoy. Ha sido reelegido secretario general del PSOE de Extremadura en el 2004 ANTES Ministro de Cultura, Educación y portavoz del Gobierno AHORA Jefe de la política exterior de la Unión Europea ANTES Diputado, senador y alcalde de La Coruña de 1983 al 2006 AHORA Embajador de España ante la Santa Sede ANTES Líder del PSE y secretario de Organización y de Relaciones Institucionales del PSOE AHORA Diputado y escritor ANTES Ministro de Trabajo y de Administraciones Públicas AHORA Comisario europeo de Asuntos Económicos