Josep Piqué considera que el 11-M no debe centrar la oposición del PP

El presidente del PP de Cataluña, Josep Piqué, discrepó ayer de la dirección de su partido y afirmó que ve «incompatible» presentarse como alternativa de Gobierno y, al mismo tiempo, hacer del 11-M el eje central de su actuación en el Congreso. El político catalán, inmerso en la precampaña de las elecciones catalanas del 1 de noviembre, subrayó que en su partido «sólo hay una postura» sobre esta cuestión, aunque admitió que existan «distintos énfasis» según quién se ocupe del tema. El dirigente popular señaló que, cuando se acercan los comicios de los que saldrá el nuevo presidente de la Generalitat, «a mí no me interesa nada que el debate se centre ahora en el 11-M, me interesan las elecciones catalanas». Piqué también rechazó que el trabajo de su partido lo marquen los medios de comunicación, que recogen los testimonios de algunos de los imputados por el juez por participar en la matanza. Pidió «respeto» para los medios que investigan por su cuenta la masacre, «pero nosotros como fuerza política no podemos dar cancha a declaraciones de determinados personajes». Informes «falsos» Preguntado por las acusaciones de ocultar pruebas y falsear informes, que el portavoz parlamentario de su partido, Eduardo Zaplana, vertió contra el Gobierno, Piqué contestó que «yo no lo sé, me dedico a la política catalana». «Pero si el portavoz de mi grupo en el Congreso cree que debe pronunciarse ante el Gobierno en estos términos, tendrá sus razones».