Diario de León

Los portavoces dieron una infrecuente rueda de prensa conjunta para criticar a los populares

Los grupos parlamentarios piden al PP que deje el 11-M en manos de la Justicia

Zaplana asegura que su partido no se va a «resignar» y advierte de las posibles «consecuencias»

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Borja Prada - madrid
León

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Todos los grupos del Congreso, excepto el del PP, acordaron ayer desactivar cualquier iniciativa sobre los atentados del 11-M que trate de «contaminar» el debate parlamentario y «desprestigie las instituciones del Estado de derecho» encargadas de investigar aquella masacre. PSOE, CiU, ERC, PNV, IU-ICV, CC y el Grupo Mixto anunciaron su intención de «parar los pies» a la «política tóxica» de los populares y frenarán, a partir de ahora, cualquier debate sobre la investigación judicial y policial de la masacre. Portavoces de estos grupos parlamentarios explicaron, en una infrecuente rueda de prensa conjunta, que el objetivo de su alianza es impedir que el PP «emponzoñe» las pesquisas de jueces y policías de los atentados que se cobraron la vida de 192 personas y dejaron miles de heridos el 11 de marzo del 2004. El primer paso de esa estrategia ya pudo verse el pasado martes, cuando estos portavoces parlamentarios se negaron a entablar debate con el del PP y se limitaron a dar lectura a una enmienda de sustitución a la moción popular. Si el principal partido de la oposición reclamaba «el esclarecimiento de la verdad», el resto de los grupos replicó con idéntico respaldo a la investigación policial y judicial. Los siete grupos confabulados contra el PP defendieron ayer su iniciativa como un «aldabonazo» al principal partido de la oposición para que «abandone esa política descabellada que es un insulto para las víctimas de los atentados», en palabras del portavoz del PSOE, Diego López Garrido. «No formamos parte de una conspiración, sino que somos una coalición de grupos por la dignidad de este Parlamento», explicó el coordinador general de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, que añadió que «nosotros no investigamos policialmente, no juzgamos ni somos el tribunal de inquisición de los jueces». Otro mundo Para Convergencia i Unió, el debate en el Parlamento «está agotado y ahora tiene que hablar el Poder Judicial». Su portavoz de Interior, Jordi Jané, exigió a los populares «respeto» a las instituciones y las víctimas y les instó a presentar cualquier dato o indicio a la justicia. Los nacionalistas catalanes no quieren que el Congreso se convierta en «la caja de resonancia de teorías conspirativas» y se mostraron en contra de «reabrir el espectáculo mediático y parlamentario», concluyó el dirigente de CiU. Joan Puig, de ERC, lamentó la «sinrazón» del PP y aconsejó a su portavoz parlamentario, Eduardo Zaplana; al secretario general, Ángel Acebes; y al ex presidente del Gobierno José María Aznar que «escuchen y algún día entrarán en razón». A su juicio, el partido de la oposición «debe ser de otro mundo, del mundo al revés». El portavoz del PNV, Emilio Olabarria, señaló que la intención de los grupos es luchar por la «regeneración democrática institucional oscurecida por la sospecha basada en el testimonio de delincuentes». Según el dirigente nacionalista vasco, la actitud del grupo opositor demuestra una «falta de decoro parlamentario que causa daño a las víctimas». El portavoz del PP en el Congreso replicó al resto de los grupos parlamentarios que se atengan a las «consecuencias» de su contubernio, fruto de una estrategia que endosó a los socialistas y cuyo objetivo, dijo, es «excluirnos y denigrar la actuación de la oposición».

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