Discurso: «La universidad y el periodismo exigen autonomía e independencia»

Autonomía en la universidad, independencia en el periodismo. Santiago Rey Fernández-Latorre, nuevo doctor honoris causa de la Universidad de León, estableció en su discurso de investidura un paralelismo entre la actividad académica y la labor editorial, aunque lamentó que, al contrario que la universidad, «el periodismo nació controlado por el poder y así continúa hoy, con formas más o menos atemperadas». «La exigencia de autonomía, que es tan defendida para la universidad, lo es también para el periodismo, aunque en nuestro ámbito solemos llamarla independencia», afirmó el presidente del Diario de León y de Corporación Voz, quien ayer se convirtió en el cuadragésimo segundo honoris causa de la «joven», pero «madura y vigorosa» universidad leonesa. Rey denunció las modernas formas de control de los medios por parte del poder, como «ocultar la verdad» mediante «apagones informativos» o «comisiones de investigación trucadas». Así ocurrió con la crisis del 11-S, la guerra contra el terrorismo, el hundimiento del Prestige, el atentado del 11-M y los accidentes en el barrio del Carmelo de Barcelona y el metro de Valencia, gestión informativa que también se ha reproducido en los incendios forestales de Guadalajara y Galicia. Es preocupante que la respuesta informativa aparezca condicionada de esta manera en hechos excepcionales -añadió- «porque significa que en la vida política ordinaria, más corriente y a veces alejada del sentir de la población y de la vigilancia de los medios, los desmanes pueden ser mucho mayores». Otra herramienta de control es la intervención de los mercados «desnaturalizándolos», «para favorecer la pervivencia de medios públicos mal gestionados e insostenibles» o «facilitar el medro de los correligionarios». Para frenar esta tendencia reivindicó «cinco principios esenciales que considero en peligro», al tiempo que tildó de intervencionistas las propuestas para el Estatuto del periodista. Santiago Rey reclamó libertad de autorganización para las empresas periodísticas y ordenación y simplificación del ordenamiento jurídico que las rige, actualmente «enmarañado y a la vez tan incumplido». Abogó también por «la estabilidad normativa» y por un marco de «competencia libre y leal» que amenazan la «proliferación de los tribunales de la competencia autonómicos». Por último, hizo hincapié en el principio de unidad de mercado, que hunde sus raíces en la Edad Media, al igual que la universidad. El nuevo doctor recordó que «ser universitario» equivale para él, desde los tiempos en que se licenció, a los valores de «mentalidad abierta, intentar entender el mundo y sus transformaciones, amor a la verdad, búsqueda desinteresada del bien que se traduce en un progreso técnico y equilibrado, regido por el desarrollo ético; y la generosidad de quien estudia e investiga para enseñar a otros, para hacerles más andadero el camino». También reconoció que en la universidad aprendió «de la humildad de muchos hombres grandes que enterraban sus vidas para hacer avanzar un poco más el conocimiento». Tras su apasionado alegato de la libertad informativa, Santiago Rey agradeció su ingreso en la nómina de doctores honoríficos y mudó el tono de seriedad para mosrtar su agradecimiento por el nombramiento a la Universidad de León, al rector, a la Facultad de Derecho y su decano, al claustro de profesores, a todos los leoneses y de manera particular -enfatizó- «a los trabajadores del Diario de León: gracias a ellos, por ellos y para ellos, recibo y acepto con enorme alegría esta distinción altísima». «Agradezco este título a la universidad, a todos los leoneses y particularmente a los trabajadores del Diario de León: gracias a ellos, por ellos y para ellos, recibo y acepto con enorme alegría esta distinción altísima» «La crisis del 11 de septiembre, primero, y la guerra contra el terrorismo, después, sirvieron y sirven de excusa para los planteamientos informativos más demenciales» SANTIAGO REY Doctor honoris causa