Inglaterra, Francia, Italia, Portugal, Estados Unidos y Canadá ofertan salarios un 50% más elevados que en España
Uno de cada cinco nuevos titulados en Enfermería emigra en busca de empleo
La Escuela Universitaria de Ciencias de la Salud, antes de Ayudantes Técnico Sanitarios (ATS) y antaño de enfermeros y matronas, a secas, dependiendo de los niveles de bachillerato precisos para acceder a ella en cada nivel o plan de estudios, se ha convertido desde hace aproximadamente cinco años en una cantera de emigración especializada a la que recurren todo tipo de paises europeos, que hasta hace poco minusvaloraban estas titulaciones profesionales. Desde finales de los años noventa aproximadamente la quinta parte de los empleos que se ofertan a los recién titulados proceden de Inglaterra, Francia, Italia, Belgica o, más cerca, Portugal, países a los que recientemente se han añadido Estados Unidos y Canadá. Todos ofertan a los estudiantes en mayo, antes de terminar el último curso, lo que para ellos era impensable aquí: empleos rápidos y bien remunerados, de entre 1.500 y 3.000 euros mensuales, dependiendo de las ayudas para viaje, alojamiento, manutención, etcétera, cuya experiencia laboral, encima, les puntúa como mérito para opositar a la Seguridad Social española, algo a lo que terminan aspirando todos. Entre tres y cuatro años de trabajo en el extranjero es la media de los emigrantes de enfermería. Según el director de esta escuela universitaria, Leandro Rodríguez, el número de alumnos del centro es de aproximadamente 370, a los que habría que añadir su filial de Ponferrada. En León capital acaba los estudios una media de 75 titulados cada curso, de los que un 90% son mujeres, y se enfrentan a un futuro profesional incierto, como en cualquier otro sector: si quieren un trabajo fijo y cercano a casa tienen que apuntarse a la sanitad privada, que paga menos que la pública, la cual se limita a contratar unas pocas sustituciones por vacaciones o enfermedad, mientras no se aprueben las oposiciones, las cuales, a su vez, requieren experiencia como un plus a tener en cuenta, lo cual se convierte en un círculo vicioso. Curiosamente, las prácticas o el trabajo en un hospital privado español no puntuan como mérito para acceder de funcionario a otro de la Seguridad Social, ahora transferida a las autonomías, pero sí la experiencia adquirida en el extranjero «de modo que la experiencia de dos o tres años fuera sirve como puente de iva y vuelta para regresar a casa, además de para ganar el primer dinero». También dinero Según los responsables del centro universitario, un alumno recién titulado, si tiene suerte, opta por las siquientes salidas profesionales: «aproximadamente el 40% son de fuera de la provincia de León, así que les perdemos la pista cuando regresan a casa y, de los que quedan aquí, en mayo se les oferta sustituciones para el verano; llegado el otoño pueden optar de nuevo por sustituciones muy esporádicas en hospitales públicos y privados, en los primeros casi nunca con pobilidades de empleos fijos y en los segundos con cierta facilitad, aunque a cambio de menores salarios y sin que la experiencia laboral les cuente luego en los baremos para acceder a funcionarios». En cuanto a los salarios, oscilan entre mil y mil quinientos euros netos al mes «con guardias». Los que optan por emigrar, al menos temporalmente, a paises europeos tienen, por el contrario, ofertas laborales más largas, como mímino de dos años y mejor pagadas, con nóminas que raramente bajan de 1.400 a 1.800 euros netos al mes, a mayores de ayudas por desplazamientos, manutención, vivienda, etcétera, dependiendo del hospital de destino. «Las diferencias en nómina y duración de los contratos suelen ser del 30% y, a menudo, sobrepasan el 50%, hasta el punto de que en Estados Unidos y Canadá se ofertan 3.000 dólares al mes». «Con todo», se añade, «eso no es lo más importante: cuando los recién titulados vuelven del extranjero, esa experiencia laboral cuenta para la Seguridad Social, lo que no pasa si trabajan aquí».