OPINIÓN
Esto no ha hecho más que empezar
LA ADMISIÓN a tramite por el Tribunal Constitucional del recurso de inconstitucionalidad presentado en su día por los diputados del PP contra el nuevo Estatuto de Autonomía catalán entra dentro de lo absolutamente previsible. Y es que, en efecto, presentado el recurso en tiempo y forma, nada hubiera sido más extraño que el hecho de que el Tribunal lo hubiera inadmitido. El Constitucional deberá enfrentarse ahora con el fondo del asunto -la adecuación o no de las diversas disposiciones contenidas en el texto estatutario a lo previsto en nuestra ley fundamental- y elaborar una resolución que será, sino la más, una de las más trascendentales de todas las que ha debido dictar hasta la fecha. No lo es, en primer lugar, por razones de orden técnico: el nuevo Estatuto es un texto larguísimo y complejo, de muy mala calidad legislativa, que obligará a los magistrados a poner toda su inteligencia en un juicio de constitucionalidad que será muchas veces altamente discutible, tanto como la posibilidad de dar a un mismo precepto constitucional interpretaciones diferentes.