Garzón dice que el jefe de seguridad del PSOE no dio el chivatazo a ETA
El jefe de seguridad del PSOE, Fernando Mariscal, nunca ha sido investigado, «ni existen indicios para hacerlo», por el chivatazo que alertó al supuesto jefe de la 'red de extorsión' de ETA de los preparativos policiales para desarticular la trama. El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón levantó hoy de manera parcial el secreto que protege la investigación de ese aviso para desmentir, a petición del afectado, el dato difundido el pasado viernes por todos los medios de comunicación. El chivatazo se produjo el pasado 4 de mayo. Una llamada a un móvil entregado a Joseba Elosúa, supuesto jefe de la red de extorsión de ETA en España, le alertó de que la Policía estaba a punto de desencadenar una redada para detener a todos sus miembros, lo que obligó a la Audiencia Nacional a retrasar más de dos meses la operación que acabo con la trama terrorista de cobro del 'impuesto revolucionario' con 18 detenidos en España y Francia, nueve de ellos todavía encarcelados. Dentro de las múltiples diligencias que la Audiencia Nacional realiza para descubrir al chivato, la Guardia Civil rastreó los cientos de llamadas telefónicas realizadas el 4 de mayo pasado, en torno a las once de la mañana, a terminales móviles situados en ese momento en las inmediaciones del bar 'Faisán' de Irún, cuyo dueño es Elosúa. Una de las llamadas que más llamó la atención a los investigadores del instituto armado fue la realizada por Mariscal desde la sede central socialista de la calle Ferraz de Madrid. Según colaboradores del propio jefe de seguridad del PSOE, aquella mañana telefoneó a su amigo Manuel Risco, jefe de la Brigada Operativa de San Sebastián, para felicitarle por su cumpleaños. El policía recibió la comunicación a las 10:01 horas de la mañana en su despacho de la Comisaría de San Sebastián, unos noventa minutos antes de que se produjese el chivatazo. El nombre de Mariscal, que fue coordinador de la lucha antiterrorista con Francia durante el primer gobierno de José María Aznar, apareció por primera vez en el sumario a raíz de una querella presentada por el sindicato de funcionarios públicos autodenominado Manos Limpias el 26 de septiembre.