Tocar las narices a San Froilán
La tradición manda a los romeros acercarse hasta el santuario de La Virgen del Camino y tocar tres veces la nariz de San Froilán, cincelado en la puerta de acceso al templo, mientras se le solicita una concesión. El gesto puede adoptar grado de promesa, lo que deja, en caso de cumplirse la súplica, estampas de gente que hace la ruta desde León descalza.