Zapatero advierte al PP de que su rechazo al plan no le dará votos

El presidente Rodríguez Zapatero acusó ayer al PP de hacer electoralismo con la inmigración y de actuar con «hipocresía», «demagogia» y «fariseismo» ante este problema. El líder socialista señaló que la política de extranjería hay que hacerla «con la cabeza, pero también con el corazón», desde el respeto a la ley y a los derechos humanos. «Si algunos creen que con un discurso anti inmigración van a arrancar algunos votos es que conocen muy poco la madurez, la solidaridad y la ciudadanía de este país», afirmó José Luis Rodríguez Zapatero, quien subrayó que el fenómeno de la inmigración es «enormemente posito para nuestro crecimiento económico y necesaria para nuestro futuro». El jefe del Gobierno dedicó a los problemas de extranjería buena parte del mítin de Valencia, en apoyo de los candidatos del PSOE a la presidencia de la comunidad y la alcaldía de la capital, Joan Ignasi Pla y Carmen Alborch. Y lo hizo para reprochar a los populares sus críticas a la política del Ejecutivo y, sobre todo, a la regularización masiva de inmigrantes que llevó a cabo el año anterior. «Masiva fue la entrada de ilegales que estaban trabajando aquí con su gobierno, y lo hacían en fraude, sin derechos, sin deberes, sin obligaciones, sin cotizar», mientras al PP -dijo- «le daba exactamente igual y miraba para otro lado».