Más de 300 mujeres viven en León con una orden de protección por violencia

Más de 300 leonesas viven actualmente con medidas de protección como consecuencia de la violencia de género, según datos del registro del programa especial de la Policía Local. Sus agresores tienen prohibido acercarse a ellas a determinada distancia y también intentar cualquier tipo de comunicación, entre otras restricciones. El alto número de mujeres con medidas de protección no quiere decir que haya más mujeres maltratadas en León. Según los expertos, la explicación es que «hay más facilidad para denunciar y esto es garantía de mayor seguridad», recalca el jefe de la Policía Local de León. «Antes las mujeres llegaban sin nada y era difícil conseguir una orden de protección, y ahora casi todas llegan con una orden de protección», reconoce María Jesús Blanco, del centro de día Simone de Beavouir. León es una de las pocas provincias que cuentan con una comisión de coordinación entre juzgados, agentes policiales, instituciones y asociaciones de víctimas en la que se establecen los mecanismos de acceso a los dispositivos adecuados para cada caso. Pero sólo la capital cuenta con un programa que ofrece medidas de seguridad a las víctimas de violencia, complementarias a los teléfonos de emergencia. Puesto en marcha en 1999, en la actualidad ofrece protección directa a 93 mujeres conectadas telefónicamente -con un teléfono especial o el suyo particular- y medidas de acompañamiento, asesoría y atención directa por parte del Grupo de Atención a la Mujer (Gamu). Desde enero de este año, el Gamu ha elaborado 110 informes sobre la situación concreta de otras tantas mujeres incluidas dentro del programa de protección y que, voluntariamente, han accedido a ingresar en el mismo. El Gamu y el SAF (Servicio de Atención a la Familia) de la Comisaría de León han llegado a un acuerdo para colaborar en la elaboración de estos informes. «La protección, por muchas bondades que tenga, implica para la mujer una restricción de su propia libertad; no creo que sea una situación cómoda», señala el jefe de la Policía Local de León. Esto explicaría, según Martín Muñoz, que «muchas mujeres deseen que la policía sólo acuda cuando ellas la llamen y no a partir de un protocolo de seguridad individualizado» Los informes se almacenan en una base de datos específica, de tal forma que cuando se recibe en la central una llamada de emergencia el agente que esté al otro lado del teléfono no tendrá que interrogarla acerca de su situación personal. En la pantalla aparecerá un documento con sus datos y los del agresor; también se detalla las características de la protección y el tiempo de vigencia de las medidas. Dentro del programa se puede dar el caso de mujeres que carecen de órdenes de protección judiciales, pero tienen evaluado un riesgo por parte del Gamu. En caso de verse amenazadas o ante cualquier situación de riesgo o temor, las mujeres del progama pueden ser localizadas de forma inmediata pulsando un botón o a través de su móvil donde tienen grabado un número directo que las conecta sin intermediarios al servicio de la policía local. «Podemos atender cualquier llamada y saber cuál es la situación de la mujer que pide auxilio y personarnos con una patrulla en menos de tres minutos», precisa el intendente jefe.