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La fuga duró apenas dos horas tras ser detenidos en Pontevedra

Una pareja rapta a sus hijos con una pistola de un centro en Vigo

El padre frecuenta ambientes de trapicheo de droga, según la Policía Local pontevedresa

Publicado por
c.p. / m.t. / ch.l. | vigo
León

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Dos hermanos gemelos de seis años fueron ayer raptados a punta de pistola por sus propios padres de un centro social de Vigo, donde estaba establecido judicialmente el régimen de visitas a los pequeños. La fuga duró apenas dos horas, al ser sorprendida la familia en Pontevedra por una patrulla de la Policía Local cuando transitaba por la ciudad en un coche. Los hechos comenzaron a las 12.15 horas de ayer en un piso de la Travesía de Vigo de la ciudad olívica donde los niños, acogidos temporalmente por la Xunta, habían sido llevados para mantener un encuentro supervisado por profesionales con sus progenitores. Tras conducir un trabajador social a los gemelos hasta sus familiares, cada uno de ellos estrechó la mano a un niño y, después de decir «nos los llevamos», el padre sacó una pistola de la cintura de su pantalón y le introdujo el cargador para intimidar a los encargados del centro privado de la asociación Aloumiño, dependiente de la Vicepresidencia de la Xunta. «Nadie más se dio cuenta de lo que estaba pasando», relata César, el trabajador social y psicólogo de la oenegé al que le mostraron de manera amenazante la pistola. «Ni siquiera los propios dos niños», continúa, para añadir que tanto él como la coordinadora del centro no pudieron hacer nada para evitar la fuga, sólo dar parte de lo sucedido. Según los dos profesionales del punto de encuentro -como se denomina el centro donde padres separados o a los que se le retira la custodia visitan de manera tutelada a sus hijos-, no se produjo ningún atisbo de violencia en los minutos en los que se llevó a cabo el rapto, momento en el que se encontraban en el piso unas seis familias. El de ayer era el segundo encuentro que mantenían con los gemelos el padre, A. E. G. B., de 36 años de edad, y su esposa, ambos de Pontevedra. La anterior cita se desarrolló con toda normalidad, según recuerdan los trabajadores sociales, acostumbrados, según dicen, a enfrentamientos y disputas mucho más llamativas que el rapto de ayer. La familia abandonó en un Toyota Corolla la calle viguesa y tomó dirección hacia Pontevedra, donde, según portavoces de la Policía Local, el padre es conocido por frecuentar ambientes de trapicheo de drogas, motivo que podría estar relacionado, a falta de confirmación oficial, con la retirada de la custodia de los pequeños.

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