La Fiscalía rebajará de forma sustancial los años de cárcel para De Juana Chaos

La Fiscalía va a rebajar de forma sustancial los años de cárcel que pedirá para el ex jefe del comando Madrid Iñaki de Juana Chaos en el juicio del próximo 27 de octubre en la Audiencia Nacional. La vista judicial sólo podrá celebrarse en esa fecha si los médicos consideran que el recluso se encuentra recuperado después de que protagonizara una huelga de hambre que abandonó el domingo y que a mediados de septiembre le colocó al borde de la muerte. El Ministerio Público va a reconsiderar, a la vista de las pruebas que se practiquen en el juicio, el escrito de calificación provisional de los hechos que entregó al tribunal en junio pasado, en el que imputó a De Juana seis delitos de amenazas terroristas y otro de integración en banda armada. Por todo ello, el fiscal hizo una petición global de 96 años de cárcel, la mayor petición que permite el Código Penal para ambos tipos de delitos. De Juana se sentará en banquillo acusado de amenazar en diciembre de 2004 a cinco directores de prisiones y a la directora de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, a través de de dos artículos de opinión que envió desde la cárcel al diario Gara . El etarra se encuentra en prisión preventiva por esta causa desde el verano pasado, momento en que terminó de cumplir una condena de 3.000 años de cárcel por 25 asesinatos, que quedaron reducidos a 18 años en prisión por aplicación de las redenciones penitenciarias. Mediación de Uriarte El obispo de San Sebastián, Juan María Uriarte, ha desempeñado un papel importante en el cambio de actitud de De Juana Chaos para que abandonara la huelga de hambre. El mismo papel que ha jugado también la compañera sentimental del dirigente de ETA, según informó ayer la Cadena Ser. Según la emisora, el obispo Uriarte ha intercedido telefónicamente en varias ocasiones con la familia de De Juana y con el propio Gobierno ante el convencimiento de que la salud del dirigente de ETA se podía convertir en un obstáculo para el proceso de paz, una mediación que, al parecer, sí conocía el Gobierno. El terrorista, que el viernes de la pasada semana fue traslado al hospital Doce de Octubre de Madrid por el deterioro de su estado de salud, comunicó en persona a los médicos de la Unidad de Nutrición Especializada del centro su decisión de no continuar un ayuno que con el que ha perdido unos 24 kilos de peso. Fuentes penitenciarias explicaron que el preso tomó la determinación de abandonar la huelga después de hablar con varios familiares que le aconsejaron desistir ante la posibilidad de que el ayuno le provocara daños irreversibles. Su pareja sentimental, que se encontraba en Madrid desde hacía unos días, también instó a De Juana a que depusiera su actitud. En las últimas semanas, hasta seis psicólogos diferentes habían intentado convencer al miembro de ETA en la enfermería de la cárcel de Algeciras y en el hospital de la misma localidad para que comenzara a ingerir alimentos. Del mismo modo, según distintas fuentes, varios miembros de organizaciones afines a Batasuna, que habían visitado al preso en el centro hospitalario algecireño, pidieron a De Juana que reconsidera su decisión antes de que se produjese un desenlace fatal. La dirección de ETA informó asimismo al preso a través de sus cauces que la huelga no tenía su aval, si bien tampoco la desautorizaría en público. El criterio que transmitió la organización terrorista a De Juana fue que las «salidas individuales» no eran beneficiosas para el proceso abierto tras el alto el fuego.