Sólo el 40% de pasajeros lleva el cinturón en los asientos traseros

El cinturón de seguridad es el dispositivo más eficaz para prevenir las lesiones y la mortalidad en caso de accidentes de tráfico. Según la Organización Mundial de la Salud, este mecanismo de retención tienen un efecto preventivo en hasta un 65% en las colisiones mortales, y reduce la gravedad de las heridas al proteger cuerpos sensibles como la cabeza y el tórax. Sin embargo, los pasajeros siguen haciendo caso omiso a sus beneficios. Si los últimos datos de la Dirección General de Tráfico (DGT) aseguran que cuatro de cada diez fallecidos no lo llevaban puesto, un informe presentado este martes recalca que en los asientos traseros sólo lo usan dos de cada cinco pasajeros. La ley en este sentido es clara: «Es obligatorio el uso del cinturón de seguridad, homologado, para el conductor y ocupantes de los asientos delanteros y traseros de los vehículos turismos matriculados a partir de 1992». Pero la realidad según el informe de Direct Seguros y el RACE también: los ocupantes de las plazas traseras no lo usaban en casi el 60% de los 22.000 vehículos registrados. Otro de los datos del estudio es aún más revelador: el 72% de los ocupantes que iban en la plaza central trasera tampoco lo llevaban puesto. El informe fue elaborado mediante controles en las salidas de las áreas de servicio de autovías y en los semáforos de las ciudades, desde julio a septiembre pasados. El mismo deja a la vista la escasa percepción de riesgo que tienen los ocupantes traseros con los delanteros, que por norma general llevaban cinturón en un 80% de los casos. Razones del rechazo Por comunidades, Canarias, Galicia y Murcia es donde menos se lo ponen, mientras que Madrid y Castilla y León es donde más lo hacen. Para los autores del informe tres son los motivos que llevan a los pasajeros a no utilizar el cinturón de seguridad: porque se trata de desplazamientos cortos, porque realizan paradas frecuentes, según los profesionales, y en el caso de los taxistas ya que circulan a una velocidad reducida por las ciudades. El mismo concluye que es la figura del conductor la que posee el poder de influencia para que los ocupantes del vehículo usen el cinto. Los datos muestran que cuando éste lo lleva puesto el 89 por ciento de los copilotos lo usan y cerca del 50 por ciento de los pasajeros traseros también, una media superior a la ofrecida por el informe, lo que «muestra la necesidad de concienciar al conductor», aseguran los responsables del estudio.