Zapatero dice que una nueva Batasuna no se vería afectada por la ilegalización

El presidente del Gobierno instó ayer a Batasuna a dar pasos hacia su legalización antes de las elecciones municipales de mayo del 2007. Durante la recepción oficial del Rey, con motivo de la Fiesta Nacional, José Luis Rodríguez Zapatero consideró que existen fórmulas jurídicas, que no detalló, para que los dirigentes de la formación ahora ilegal no sean perseguidos por los tribunales por causas anteriores a su eventual legalización. Interrogado, en una conversación informal, si cabe la posibilidad de que Batasuna, una vez que cumpla con la Ley de Partidos, podría ser ilegalizada por la vía penal, consideró que «el ordenamiento jurídico no puede llevar a una contradicción insalvable» por lo que si se funda un nuevo partido con nuevos objetivos y nuevos estatutos «no parece que pueda verse afectado por consecuencias anteriores» de Batasuna. Es decir, que existen fórmulas para que Batasuna cumpla la Ley de Partidos y solicite su legalización en el Ministerio del Interior con la garantía de que un juez no podrá actuar por la vía penal contra sus integrantes por las causas anteriores de la formación ilegalizada. Causas abiertas La Audiencia Nacional tiene abiertas causas contra toda la dirección, la actual y la anterior, de Batasuna, y también tienen sumarios abiertos por diferentes asuntos dirigentes como Arnaldo Otegi. El presidente del Gobierno puntualizó, no obstante, que «hay que respetar el trabajo de los jueces». Zapatero consideró, además, «absolutamente conveniente» que la kale borroka desaparezca para que Batasuna pueda volver a las instituciones como una formación legalizada. No quiso, en cambio, hablar de la participación de esa formación en una mesa de partidos en el País Vasco porque los interlocutores válidos en ese foro y en cualquier otro deben ser antes que nada «legales». Además de aconsejar a Batasuna que dé pasos hacia su legalización, el presidente del Gobierno se refirió a los contactos con ETA. Por primera vez no negó que se hayan producido y deslizó un manto de misterio ya que no quiso confirmar ni tampoco desmentir que esas conversaciones hayan comenzado. Hasta ahora, toda la información oficial partía de la base de que el diálogo formal no existía. Zapatero explicó que el Gobierno no dará datos sobre esos contactos por respeto a quienes participan en ellos y por respeto también a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. Además, adujo que ese diálogo tiene que ser secreto, una discreción «imprescindible para que esto pueda funcionar». Aseguró también que el proceso sigue adelante «en tiempo y forma razonable» y negó que se haya producido un bloqueo en las últimas semanas. «En un proceso de este tipo unas veces se avanzará más rápidamente y otras menos, unas veces habrá más y otras menos tensión», explicó. Preguntado sobre la posibilidad de realizar gestos como un acercamiento de presos, se limitó a decir que eso se producirá cuando toque y de una manera «natural».