Los huertos municipales se ampliarán con una inversión de un millón de euros

«La experiencia de más de diez años de existencia de los huertos de La Candamia los avala como una extraordinaria terapia ocupacional» SENÉN BERNARDO, coordinador de los huertos municipales El Ayuntamiento de León ampliará los huertos de La Candamia, con un proyecto cuyo presupuesto roza el millón de euros, y prevé acondicionar 72 nuevas parcelas a ambos lados de la finca situada en la margen derecha del río Torío, donde hace más de una década se puso en marcha este proyecto pionero dirigido a la población de mayores. La Concejalía de Medio Ambiente, que dirige Covadonga Soto, ha optado por aprovechar los terrenos de La Candamia, una vez descartado el paso por esta zona de los accesos de la autovía a Valladolid. De esta forma, se da carpetazo al proyecto de aplicar la experiencia de los huertos como terapia ocupacional para mayores en el polígono de La Lastra, donde las parcelas se integrarían de forma novedosa como parte del gran parque urbano proyectado en la confluencia de los ríos Torío y Bernesga. El movimiento de tierras para la preparación de las nuevas parcelas y el regadío tendrán que finalizar en en primavera para que estén útiles en la próxima temporada hortícola. Para esta primera fase la inversión necesaria es de 384.000 euros. El proyecto, inspirado en el trabajo de fin de carrera del ingeniero agrícola Óscar Rodríguez Hidalgo, pretende «aprovechar la experiencia de los huertos existentes y mejorarlos», incorporando a los colegios como usuarios, la agricultura ecológica y el uso de las energías renovables (solas y eólica) para abastecer el edificio de usos múltiples, que servirá para las actividades socioculturales de los huertos, pero también se plantea como un recurso de apoyo de otros intereses ciudadanos, como lugar de reuniones o de actividades propias de educación medioambiental. Uno de los cambios sustanciales es que las parcelas de cultivo estarán exentas y las casetas para guardar los aperos de labranza se situarán en cuatro bloques en la periferia del recinto. Actualmente, cada cuatro fincas hay un pequeño edificio dividido en cuatro cuartos para guardar los aperos de labranza y otros enseres de los beneficiarios. Los nuevos huertos contarán con un gran edificio principal, cuya superficie de 500 metros cuadrados, se dedicará en un 50% a sala de usos múltiples, 30 metros cuadrados a una sala de lectura, 22 para oficina de coordinación y el resto para aseos y almacenes. Adosado al mismo se propone la construcción de un porche exterior de 90 metros cuadrados. «Poner en marcha un proyecto íntegramente ecológico, saludable y sostenible en cuanto a instalaciones y labores hortícolas es coherente y oportuno en nuestros días», asegura el coordinador de los huertos, Senén Bernardo. Para los equipamientos se ha optado por la bioconstrucción, cuyas investigaciones basadas en tradiciones milenarias, «nos garantizan hoy la adecuación del lugar, así como el empleo de materiales y técnicas arquitectónicas apropiadas» sin encarecer el coste de la obra, agrega. El arquitecto Francisco Alonso, con experiencia en bioconstrucción, ha elaborado la memoria arquitectónica del proyecto, que contempla el uso de materiales «reciclables, no contaminantes, confortables, de procedencia natural y local y evita la utilización de aluminios, tóxicos, radiactivos, fibras sintéticas y derivados del petróleo». El uso de las energías renovables se vincula también a los objetivos pedagógicos y ejemplarizantes de los huertos, «que partiendo de la administración local muestren a la sociedad», en especial a los titulares, los colegios y la Universidad de León. «Los niños podrán experimentar in situ y desde el colegio estas energías y los universitarios contarán con un espacio adecuado para la investigación y el desarrollo de las energías limpias», precisa el coordinador. El proyecto de ampliación refuerza, por otro lado, el cultivo de las tradiciones leonesas ligadas al mundo agrícola. No en vano, la mayoría de los usufructuarios de los huertos proceden del mundo rural, de la provincia leonesa y sus limítrofes e incluso del norte de Portugal. «Por esta razón hemos dispuesto toda la organización interna como si fuésemos vecinos del mismo pueblo», explica Bernardo. El programa anual y todas las cuestiones importantes se acuerdan en concejo y ciertos trabajos se realizan en hacendera. En las dos fiestas anuales incorporan las tradiciones, costumbres, oficios y artesanías más comunes de los pueblos leoneses, desde filandones o seranos a demostraciones de oficios tradicionales. El nuevo proyecto refuerza la cultura leonesa con la construcción de edificios representativos de las las arquitecturas populares de las comarcas leonesas, sobre todo edificios auxiliares relacionados con la ganadería y la agricultura. Bienes etnográficos Los bienes etnográficos que se incorporan representan las construcciones más singulares de diferentes comarcas de la provincia. El hórreo de la montaña oriental se levantará con piedra, madera y teja árabe y tendrá una superficie de 36 metros cuadrados. Como palomar se ha escogido el modelo cabreirés, de tipo circular y ejecutado con piedra, pizara, madera y cales y con una superficie, en este caso, de 49 metros cuadrados. De la comarca de Ancares se ha escogido la palloza y en concreto se propone un ejemplar de 90 metros cuadrados, en cuya fábrica se usará piedra, madera y paja de centeno para la cubierta. La fragua y el potro de herrar están inspirados en la tipología de los pueblos del Valle del río Jamuz, y la construcción se realizará en piedra, madera, tapia y adobe. Como aprisco de ganado se ha escogido el prototipo de la comarca de Tierra de Campos, de tapial y adobe, mientras que de la comarfca de la Valdería se pretende levantar un chozo de era a base de ramaje de humero-aliso y palera u otra arboleda similar. También se incorpora un pozo con cigüeñal y noria. La futura ordenanza limitará el usufructo de los huertos a tres años y dos más de prórroga 3-5 Personas en lista de espera