El Senado aprueba una declaración de solidaridad con Fraga y Piqué

El Senado aprobó ayer una declaración institucional de solidaridad con los senadores del PP Manuel Fraga y Josep Piqué, que fueron agredidos e increpados hace días cuando participaban en sendos actos políticos en Andalucía y Cataluña, respectivamente. El texto -presentado por el portavoz de los populares, Pío García-Escudero, en la Junta de Portavoces de la cámara- fue leído en la sesión plenaria de la tarde y aprobado por asentimiento. La declaración recuerda que el pasado 10 de octubre el senador Josep Piqué, junto con otros parlamentarios nacionales y autonómicos del Partido Popular, fue víctima de agresiones físicas y verbales por parte de un grupo de radicales que pretendían impedir la celebración de un acto preelectoral en Martorell (Barcelona). Apunta asimismo que el pasado lunes, en la Universidad de Granada, otro grupo de exaltados intentó boicotear, mediante insultos y alteración del orden, una conferencia del ex presidente de la Xunta Manuel Fraga. Condena a la violencia A la vista de tales sucesos, el Senado «manifiesta su más enérgica condena de estos episodios de violencia física y verbal mediante los que se ha pretendido acallar la voz de dos legítimos representantes del pueblo español». Del mismo modo, «rechaza rotundamente la utilización de cualquier forma de violencia dirigida a impedir o dificultar la libre expresión de ideas, entendiendo que en esa libertad radica uno de los pilares básicos de la democracia». La cámara alta también «expresa su preocupación ante la reiteración de sucesos de esta índole, por cuanto suponen una grave alteración de la normal convivencia democrática y amenazan con recuperar modos y actitudes de intolerancia contra el discrepante, que se consideraban felizmente desterrados de la vida política española». Finalmente, el Senado «reafirma su pleno compromiso con la defensa de la libertad ideológica, y del derecho a expresar y difundir libremente las propias ideas». Estos hechos «amenazan con recuperar modos y actitudes de intolerancia contra el discrepante, que se consideraban desterradas de la vida política española», añade.