Campaña tranquila de PSOE y PP

José Montilla ha apostado por una campaña tranquila y sin grandes emociones que sus adversarios interpretan como una falta de seguridad del PSC. El presidenciable socialista ha introducido un nuevo formato de mitines-coloquio, que reúnen a muy poca gente, como ocurrió ayer en la localidad barcelonesa de Terrassa, y que dan un aspecto desangelado a su campaña. El espaldarazo de Rodríguez Zapatero a Montilla en el mitin de Lleida no ha conseguido darle más brillo a la actividad electoral del PSC. Los llamamientos de Montilla al «voto progresista» como única forma de tener un gobierno «con las menos hipotecas posibles», tampoco han movilizado de momento al electorado socialista. El candidato de ERC, Josep Lluís Carod-Rovira, sigue con la táctica de la equidistancia frente a CiU y el PSC y se presenta como el único representante del voto catalanista. Pero ni Carod-Rovira ni el secretario general del partido y número dos de la lista por Barcelona, Joan Puigcercós, consiguen movilizar a muchos seguidores del independentismo. Lo lograron en Girona el pasado sábado, pero en otras localidades como Figueres y Tarragona los mitines de los republicanos fueron un fracaso en cuanto a asistencia de público. Guiños populares El candidato del PP, Josep Piqué, ha basado su primera semana de campaña en mensajes de «moderación», frente a las consecuencias «nefastas» del tripartito y críticas a CiU y a su presidenciable, aunque tampoco han faltado los guiños con intención post-electoral. Pero Piqué, que también está muy pendiente de las agresiones y amenazas contra candidatos y dirigentes de su partido, tampoco ha conseguido despertar la euforia entre las huestes populares. El PP aprovechará la recta final de campaña, cuando desembarquen en Cataluña Mariano Rajoy y otros dirigentes nacionales, para caldear el ambiente y recordarle a Artur Mas que, en caso de victoria de CiU el 1 de noviembre, podría necesitar de los votos del PP para su investidura como presidente. El único que dice lo que quiere y no cambia de discurso es el presidenciable de ICV-EUiA, Joan Saura. Su objetivo es la reedición de «un gobierno de izquierda y catalanista». Pero los ecosocialistas apenas reúnen a unas cuantas decenas de seguidores en sus actos electorales y la campaña de distribución de condones de las juventudes de ICV atacando a la derecha a través de un eslogan sexual ha ennegrecido aún más el panorama muy poco brillante de esta campaña.