La Audiencia procesará a la cúpula de Batasuna por ser de la banda
La Audiencia Nacional ratificó ayer el procesamiento de Arnaldo Otegi y del resto de la cúpula histórica de Batasuna por un delito de pertenencia a ETA. La Sala de lo Penal rechazó todos los recursos contra el auto dictado en 2005 por Baltasar Garzón y dio luz verde para que 40 miembros de las sucesivas mesas nacionales del partido ilegalizado se sienten en el banquillo de los acusados una vez que el juez dé por concluida la instrucción del sumario. El tribunal de la Sección Cuarta, presidido por Fernando Bermúdez de la Fuente, emitió un auto la víspera del debate en Estrasburgo sobre el proceso de paz en el que dice que los argumentos usados por Garzón para procesar a los dirigentes independentistas son «lógicos», «adecuados», «cabales» y «ajenos a cualquier capricho irrazonable». Es el último empujón para que el sumario de Batasuna termine en juicio y se produce el día después de que el Tribunal Supremo pusiese en marcha las medidas necesarias para liquidar el patrimonio del partido ilegalizado, incluidas las herriko tabernas. El presidente de la sala, que fue investigado en 2005 por el Poder Judicial por recoger firmas en favor de una iniciativa política del PP, considera que hay suficientes indicios para mantener de un modo «razonado y razonable» la participación delictiva de los procesados, «por la cooperación en entidades públicas y privadas que pudieran tener por finalidad desarrollar la estrategia de atemorización social que guía a la banda terrorista». El auto ratificado por la sala afirma que HB y sus nombres sucesivos -EH y Batasuna- son la estructura política creada por ETA a finales de los años setenta para actuar como «frente institucional» junto al entramado «militar», «de masas» y «financiero» de la banda. Señala que estos partidos, ilegalizados en 2003 por el Supremo, son una estructura «integrada en ETA y subordinada a las decisiones de la banda». El documento considera que Arnaldo Otegi, José Antonio Urrutikoetxea «Josu Ternera» y Jon Salaberria -los dos últimos huidos y en la cúpula política de la banda- son dirigentes de ETA y se incorporaron a la Mesa Nacional de Herri Batasuna como «delegados de ETA». La Audiencia cree demostrado que los miembros de las distintas máximas direcciones de Batasuna «han sido conscientes de su subordinación (a ETA) y de la conjunción de medios y fines».