Antonio Toro, implicado en la operación Pipol, niega haber traficado nunca con dinamita

Antonio Toro, uno de los procesados en el 11-M juzgado en Gijón por un presunto tráfico de drogas y explosivos, negó ayer haber comerciado nunca con dinamita ni saber nada de la localizada en un garaje de su propiedad. Su declaración, reducida a las preguntas de su abogada, protagonizó la segunda jornada del juicio a los veinte implicados en la operación Pipol, en la que el tribunal declaró «inadmisible» utilizar contra ellos pruebas recogidas en el sumario del 11-M. Esposado pese a las protestas de su defensora María Teresa Suárez, Toro aceptó responder a preguntas ante el tribunal de la Sección Octava de lo Penal de la Audiencia Provincial de Asturias que le juzga, pero sólo a las formuladas por su abogada, lo que provocó una furibunda queja del letrado de José Emilio Suárez Trashorras, Gerardo Turiel, que denunció sin éxito la indefensión de su cliente. Toro aseguró que «nunca» compró o vendió dinamita, y que no sabía nada de los cartuchos localizados en 2001 en el garaje que compartía con Emilio Suárez Trashorras y José Ignacio Fernández Díaz, «el Nayo», huido. Reconoció haber traficado con hachís, pero insisitió en descartar toda relación con los explosivos. Recordó Toro que en julio de 2001 asistió al registro del local, donde la Policía localizó varios fajos de hachís y 16 cartuchos de Goma-2 como la utilizada el 11-M, además de 94 detonadores industriales, pero insistió en que estaban en cajas que no eran suyas y desconocía «qué hacían allí». «Había cajas con trastos pero, yo no sabía qué contenían exactamente», dijo el procesado, que vertió sospechas sobre el Nayo al asegurar que le había facilitado llaves del local para que guardase alijos de droga. Además de Toro fueron interrogados otros siete procesados, que coincidieron en negar relación alguna con el tráfico de drogas en Asturias o haber formado parte de ninguna banda organizada de tráfico de estupefacientes. El interrogatorio de Suárez Trahorras se producirá hoy, y su abogado no quiso avanzar ayer si responderá o no a las preguntas que le sean planteadas. El presidente del tribunal, Bernardo Donapetry, anunció que el tribunal considera «inadmisible» utilizar contra los implicados en la operación Pipol pruebas relativas al sumario del 11-M.