Diario de León

Un dispositivo de operarios y máquinas trabajó hasta entrada la noche para evitar daños en el vial

La crecida del río Boeza en Ponferrada amenazó la estructura del nuevo puente

El mayor temor fue que el encofrado de hormigón sobre el que se asienta la parte metálica cediera

Los vecinos de Puente Boeza miraban con preocupación la crecida del río

Los vecinos de Puente Boeza miraban con preocupación la crecida del río

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M. Ángel Tranca/M. Macías - ponferrada
Ponferrada

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Ponferrada no se libró ayer de los efectos de la intensa lluvia caída sobre la comarca berciana. Precisamente una de sus nueva estructuras viales, aún en fase de construcción, el nuevo puente Boeza, se vio amenazada a lo largo de buena parte de la jornada debido a la fuerte crecida del río cuyo caudal amenazó su estructura e hizo obligada la actuación de varios equipos de operarios que a lo largo de las primeras horas de la tarde y hasta entrada la noche se esforzaron en limpiar el cauce y buscar vías de salida al agua con el fin de evitar que las estructuras metálicas se vieran dañadas y ello provocara una posible caída de la estructura. Aunque lo impredecible del agua y el caudal notable que llevaba el río Boeza a su paso por la capital berciana a lo largo de todo el día fueron las grandes amenazas para el nuevo puente, las actuaciones llevadas a cabo por al empresa encargada de las obras utilizando la maquinaria adecuada posibilitaron que la situación estuviera controlada a última hora de la jornada. No obstante, y para evitar que el riesgo volviera a hacer acto de presencia, varios operarios se encargaron de vigilar el puente a lo largo de toda la noche. Y es que, como apuntó ayer el alcalde Carlos López Riesco que junto al responsable municipal de Fomento Darío Martínez se desplazaron al barrio del Puente Boeza para conocer de primera mano la situación, la amenaza a la estructura fue real aunque la actuación rápida de los responsables de la obra evitó que la estructura encofrada se viera afectada de manera notoria y con ello la estructura se pudo mantener firme. Ese control de al situación no será definitivo hasta que cesen las lluvias y el caudal del río desciende de manera clara. «La situación creo que está controlada pero con el agua todo puede pasar y estaremos alerta para evitar cualquier nueva contingencia», aseveró el regidor berciano ante la atenta mirada de decenas de vecinos y curiosos que a lo largo de toda la tarde y también por la noche contemplaron con interés y también cierta preocupación la amenaza del agua sobre el nuevo puente.

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