«Aznar también ofreció generosidad»
Los diputados españoles no intervinieron ayer en el deba-te, pero si sostuvieron un rudo encontronazo dialectico por cuestiones de orden durante las votaciones. Concluidas es-tas, y con el hemiciclo vacío, algunos tomaron la palabra para dejar constancia en el diario de sesiones sobre el porqué de su voto, como la socialista Rosa Diez, que no apoyó ninguna moción, y el portavoz de Galeuscat, Josu Ortuondo. Los portavoces se atuvieron a la más exquisita cortesía parlamentaria. Poettering (PPE) El portavoz popular fue extremadamente cuidadoso y, lejos de atacar al Gobierno español, lanzó un guiño a la negocia-ción: «Apostamos por el dia-logo porque España y Francia no son dictaduras, son estados democráticos en los que tiene que imperar el diálogo», dijo, tras reclamar a Batasuna «una señal pidiendo perdón». Schulz (PSE) El líder socialista, alemán como Poettering, tuvo una sonada intervención gracias a esta frase pronunciada en español: «Por la paz y sus derechos no nos cerraremos, sino que nos abrimos a la esperanza, al perdón y a la generosidad. Por la paz pondremos lo mejor de nuestra parte para hacerla definitiva con la ayuda y la esperanza de todos». La cita, dijo, data de 1998 y corresponde a Aznar. Watson (ALDE) El portavoz liberal, de nacionalidad escocesa, aseguró que el mejor tributo a las víctimas es que no haya más muertes, y animó a extraer lecciones del proceso de paz en el Ulster. Frassoni (Verdes) Defendió que la Eurocamara debatiera el proceso porque el terrorismo «es un problema europeo». Wurtz (IUE) El portavoz de Izquierda Unitaria aseguró que Zapatero cuenta con el respaldo de «la mayoría de la sociedad española». Crowley (UEN) Pidió unidad y advirtió de que el proceso será difícil porque «la paz se negocia con el enemigo, no con los amigos». Bonde (ID) Votó a favor de la moción del PP, pero abogó por el derecho de autodeterminación del País Vasco. Y en los corrillos se especulaba también sobre el sentido del voto de Rosa Díez. La eurodiputada socialista lo aclaró más tarde desde su escaño: no votó ninguna de las dos resoluciones.