| Análisis | Rebajas en los cálculos de Tráfico
«Dicen que las multas serán la mitad o menos»
La Dirección General de Tráfico reconoce que las sanciones afectan al 4% de los conductores profesionales, pero confía en que terminarán estabilizándose pronto entre el 1% y el 2%
La impopularidad del carné de conducir por puntos tiene una doble lectura. Hasta los camioneros profesionales resonocen, cuando van a bordo de un turismo, que los excesos de velocidad se han corregido ostensiblemente en las carreteras, pero no están en modo alguno de acuerdo en que las nuevas normas se les aplique a ellos en horas de trabajo. No es porque porque pidan un tratamiento prilegiado respecto a otros conductores, sino simplemente lo que para un particular representa una herramienta de ocio para ellos es de trabajo. Las infracciones a las normas de tráfico y el riesgo para ellos mismos o terceros son, por supuesto, los mismos. La única diferencia en la quita de puntos del carné de conducir es que para un conductor privado sólo supone una molestia a la hora de reconducirse hacia el transporte público y para un camionero representa quedar en paro, tanto si es autónomo como asalariado. En esto último están de acuerdo tanto patronales como sindicatos, según los cuales el Gobierno debería haber medido con más prudencia los riesgos laborales de la nueva normativa. Para las empresas es una simple cuestión de despidos, aunque todavía no ha llegado ningún caso a los tribunales de lo Social, y para los sindicatos un tira y afloja entre reivindicaciones para que una infracción de tráfico no sea causa de despido, con amenaza de movilizaciones, y las promesas del Gobierno de que la norma se flexibilizará en el futuro, aunque nadie dice cómo. «Lo único que nos han dicho», según Pedro Aller, secretario de Transportes de UGT en la autonomía de Castilla y León, «es que si en los primeros meses de la mueva norma el porcentaje de profesionales del transporte sancionados era de algo más del 4%, ahora ha bajado al 2% y es probable que en un futuro próximo se rebaje al 1%, aunque desconocemos todavía en qué se basan». Empresas y sindicatos se mantienen a la espera de nuevas estadísticas de la DGT para defender sus respectivos intereses, mientras que el Gobierno, a su vez, las retiene todo lo que puede para no enfadar en demasía a unas y otros: desde finales de agosto no se ha dado publicidad a la pérdida de puntos de los conductores, da igual particulares que profesionales.