Los expertos señalan que prescindir del tabaco eliminaría las listas de espera

«Pasamos más de la mitad de la vida estropeando la salud y la otra mitad intentando arreglarla» VÍCTOR LÓPEZ GARCÍA-ARANDA, catedrático de Cardiología de la Universidad de Sevilla «Prescindir del tabaco supondría eliminar las listas de espera de todos los hospitales españoles», destacó ayer el doctor Enrique Perelló Scherdell, que con una conferencia sobre la influencia del tabaco abrió la segunda sesión de las jornadas sobre el tabaco y sus consecuencias organizadas por la Asociación Leonesa de Laringectomizados. Perelló resaltó que el tabaco está detrás del 90% de tumores como el de pulmón, laringe, faringe o labio. «El auténtico cáncer es el tabaco», precisó el experto catalán. Las jornadas sirvieron de marco para presentar algunos de los estudios más relevantes sobre tabaquismo y salud que dejan patentes resultados demoledores. «El tabaco aumenta exponencialmente el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, respiratorias o tumores», precisó el cardiólogo Víctor López García-Aranda. Así explicó que fumar y padecer hipertensión multiplica por cuatro el riesgo de patologías cardiovasculares, y si a estos factores se suma la diabetes se multiplican por dieciséis las posibilidades de enfermar gravemente. «El tabaquismo es la primera causa de muerte en nuestro país», concluyó el cardiólogo andaluz. Muertes atribuibles al tabaco El Ministerio de Sanidad admite que más de 55.000 muertes cada año en España están vinculadas a un excesivo consumo tabáquico, sólo una quinta parte de ellas por patologías del aparato respiratorio, el resto por tumores y patologías cardiovasculares. El tabaco está detrás, indicó López García-Aranda, de entre un 90 y un 98% de las amputaciones de miembros, del 80-85% de los cáncer de pulmón diagnosticados, del 30% del total de los tumores y de entre siete y ocho de cada diez infartos agudos de miocardio. Además del total de muertes causadas por enfermedades cardiovasculares, entre un 25 y un 43% son atribuibles directamente al tabaco. El riesgo de padecer estas enfermedades es, como mínimo, el doble entre los consumidores habituales de tabaco. Estos especialistas se mostraron, no obstante, optimistas sobre el futuro. «Se está observando una clara tendencia al descenso en la mortalidad en los varones debido a la reducción del consumo, que está ya tres puntos por debajo de la registrada hace sólo un lustro», precisaron. La eliminación del consumo de tabaco comienza a hacer visibles sus resultados «a los tres o cuatro años». En ese momento, explicó Enrique Perelló, el riesgo de un ex fumador es aún más alto que el que tiene alguien que nunca ha probado un cigarro pero mínimo. Gráficamente indicó que si un no fumador tiene un riesgo de uno de padecer un infarto o un tumor, en un ex consumidor de cigarrillos el peligro se eleva a tres pero «un fumador empedernido trescientos billetes de la rifa». 1397124194 Ley corta García-Aranda y Perelló Scherdell coincidieron en señalar que la nueva normativa contra el tabaco redactada por el Ministerio de Sanidad es «buena pero se ha quedado corta». «No pasa nada si se hubiera prohibido fumar en todos los lugares públicos como se ha hecho en Irlanda o en Italia», recalcó el cardiólogo quien criticó la actitud de aquellas comunidades que han «recortado» la dureza de la normativa «por intereses meramente políticos y porque ellos no habían redactado la ley. Los intereses políticos no deben primar sobre la salud de los ciudadanos», precisó García-Aranda, ex presidente del Comité Nacional contra el Tabaco.