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El líder del PSC rechazó el pacto de gobierno que le presentó ayer el presidente de CiU

Montilla negocia ya un tripartito el mismo día que se reúne con Mas Chaves y Bono recuerdan que la experiencia del?tripartito?no?fue buena Duran advierte a Zapatero de que sería un error descartar a CiU

Maragall y Carod se reunieron por la mañana para analizar los resultados y el nuevo escenario

Duran y Mas brindan en la noche electoral tras conocer su victoria

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Pablo Carballo / Paco Soto - redacción | barcelona colpisa | madrid efe | barcelona

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Desde el primer día, el PSC juega la partida de la negociación poselectoral con dos barajas. Ayer, Artur Mas y José Montilla, líderes de los dos partidos más votados el miércoles, mantuvieron la reunión prevista dentro de la ronda de contactos anunciada por los convergentes en calidad de formación ganadora. Sin embargo, antes de eso, y no muy lejos de allí, otro encuentro apuntaba intenciones muy diferentes de los socialistas: Maragall y Carod, socios de gobierno durante los últimos tres años, se encontraban por la mañana en el Palau de la Generalitat para hablar de los resultados electorales y del escenario que han dejado. La realidad es que José Montilla intentará presidir la Generalitat con la reedición de un gobierno de PSC, ERC e ICV pese al rechazo que esta opción suscita en el PSOE. El secretario general de los socialistas catalanes comunicó ayer a Artur Mas su intención de fraguar un nuevo pacto tripartito y su rechazo a suscribir un acuerdo con CiU, una opción que defiende la formación nacionalista y que sería vista con buenos ojos por un importante sector del PSOE. Por su parte, fuentes de CiU dieron a entender que Mas habría propuesto ya un pacto de gobierno en firme, y que Montilla habría rechazado tal posibilidad de plano. Este fin de semana se verá con más claridad si la opción prioritaria de la Ejecutiva socialista catalana tiene posibilidad de prosperar. Montilla y el presidente de ERC, Josep Lluís Carod-Rovira, se reunirán hoy para explorar las posibilidades de acuerdo. El dirigente republicano mantendrá, a su vez, un encuentro el lunes con Artur Mas. Carod-Rovira se encuentra en el centro de las negociaciones, porque su partido, como en las elecciones de octubre de 2003, tiene la llave de la futura gobernabilidad. El presidente del PSOE, Manuel Chaves, puso ayer voz a un sentir generalizado en el seno de su formación y puso objeciones a una nueva edición del tripartito en Cataluña. El jefe del Ejecutivo andaluz recordó que la experiencia vivida durante los últimos tres años en la comunicad autónoma «no fue muy buena» y apuntó que de producirse otra alianza entre el PSC, ERC e ICV «será en condiciones diferentes a las de la legislatura anterior». José Luis Rodríguez Zapatero aseguró el jueves que dejaría hacer al líder de los socialistas catalanes, José Montilla, y que su partido no se inmiscuiría en las decisiones que pueda tomar la federación. Sin embargo, Chaves dejó caer que «hay que tener muchas ganas de formar gobierno a once diputados de la fuerza más votada». El veterano dirigente aseguró, en una entrevista en la cadena Ser, que el PSC tiene autonomía para elegir a sus socios y que su opción se respetará «escrupulosamente». Pero también aconsejó a Montilla que tome su decisiones de la manera más rápida posible. Esta recomendación vino acompañada de una frase contundente: «Los partidos políticos mayoritarios -dijo- debemos saber estar en el Gobierno y en la oposición». El grueso de los socialistas catalanes rechaza una coalición con Convergencia i Unió, pero en el PSOE son muchos los que temen un nuevo acuerdo con los independentistas que obligue a pagar una alta factura en el resto de España. La alternativa, pues, sería renunciar al poder y dejar a Mas, vencedor de los comicios, las riendas de la Generalitat. Chaves fue cauto a la hora de expresar su postura; pero el ex ministro de Defensa, José Bono, lo fue mucho menos. «Creo que cuando una persona mete la cuchara en un caldo y se quema (y que nos hemos quemado es evidente) - dijo en TVE- volverla a meter es un poco suicida». El secretario general de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, advirtió hoy a la dirección del PSC de que cometería un «error» si descartara entrada un pacto con CiU y apostara por reeditar el tripartito con ERC e ICV-EUiA, ya que volvería a pagar un «precio político» por la «inestabilidad». La ejecutiva del PSC dio ayer prioridad al tripartito a la hora de alcanzar un acuerdo de gobierno en Cataluña, un pacto que los socialistas desean alcanzar de forma rápida, aunque su candidato, José Montilla, empiezó ayer por reunirse con Artur Mas (CiU). «Yo no estaba en la ejecutiva del PSC y, por lo tanto, tampoco tengo por qué fiarme de diarios o periódicos que dicen que nadie en la ejecutiva del PSC abogó por pactar con CiU. Estas últimas semanas y meses muchas veces he leído cosas que luego no han sido para nada ciertas, pero podría ser, y no nos cabría más que respetar la decisión del PSC», comentó Duran en declaraciones a Antena 3 recogidas por Efe. «Sin embargo, yo creo que sería un error» reeditar el tripartito, «pero ellos son libres de tomar la decisión que estimen oportuna», añadió el líder de Unió. «En los últimos tres años no ha habido estabilidad y creo que el PSC ha pagado el precio político de esa inestabilidad, aunque los actores fundamentales de la misma no fuesen necesariamente el PSC», advirtió. Según Duran, «Cataluña quiere salir de esa sensación de atonía» y «es imprescindible un gobierno fuerte y estable, capaz de generar progreso y desarrollar el Estatut, con una buena interlocución con el Gobierno central». Duran negó que el presidente del Gobierno, se comprometiera con CiU a respetar al ganador de los comicios catalanes y permitiera a Mas ser presidente de la Generalitat si obtenía más escaños, «entre otras razones porque no es Zapatero quien se sienta en la ejecutiva».

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