La familia reside en Carrizo de la Ribera y, según los últimos partes médicos, sus vidas ya no corren peligro
Un matrimonio y su hija ingresan en la uci tras una intoxicación con setas
El padre, ingresado en Valladolid, esquivó a última hora el trasplante de hígado
Tres de los cuatro miembros de una familia de Carrizo de la Ribera que ingirieron setas recolectadas en un monte de la comarca la semana pasada, permanecen en estado muy grave en centros hospitalarios de León y Valladolid, a consecuencia de la intoxicación que sufrieron, que se declaró cuarenta y ocho horas después de la digestión. El padre, cabeza de familia, estuvo a punto de ser sometido a un trasplante de hígado ante la gravedad de la afección, que hizo temer por su vida. La madre se encuentra fuera de peligro y la menor de las dos hijas abandonó ayer la uvi, donde había sido ingresada ante un repentino empeoramiento. Los hechos tuvieron lugar a finales de la semana pasada. El progenitor procedió a recolectar setas como venía haciéndolo desde hace más de veinte años, en su calidad de experto en esta materia. Tras recoger una cantidad aceptable, la familia las comió con la normalidad que había imperado en ocasiones anteriores, sin más novedades que reseñar. Cuarenta y ocho horas después, la madre de la familia, una mujer de unos 55 años y la menor de las hijas, una joven de aproximadamente 25 años, empezaron a sentir mareos y vómitos, por lo que se aconsejó su traslado a un centro hospitalario de la capital. Camino del mismo, el propio cabeza de familia también comenzó a sentir mareos, y consiguió llegar a duras penas a su destino. Una vez que los médicos comprobaron la gravedad de la situación, el padre fue trasladado en helicóptero a Valladolid, donde permanece ingresado en el hospital Pío del Río Ortega. Se valoró seriamente la posibilidad de trasplantarle el hígado ante lo extremo de la situación, pero finalmente no fue necesario, y aunque de forma lenta, evoluciona favorablemente. Las dos mujeres se encuentran ingresadas en el Hospital de León. La joven superó ayer una grave crisis que obligó a ingresarla en la Unidad de Cuidados Intensivos. Tras los progresos, y aunque con cautela, no se teme por la vida de ninguna de las dos afectadas. Los médicos no temen por la vida de ninguna de las tres personas, aunque dstacan la variabilidad de la evolución de estos casos.