Un empresario español es el estafador más buscado del mundo
Código Rojo , «busca y captura prioritaria» para las policías de 171 países del todo el mundo. El empresario español Joaquín Alviz Victorio es desde esta semana el hombre más buscado después de que su nombre haya sido incluido a la cabeza de la lista de los estafadores de Interpol por varios supuestos fraudes multimillonarios en El Salvador. La Fiscalía de San Salvador acusa a este cacereño de 50 años de haber sobornado a algunos de los más altos cargos del Gobierno del país centroamericano para hacerse con concursos amañados por valor de más de 150 millones de dólares. Aunque las autoridades creen que el huido se encuentra en España, la Policía Nacional asegura que no hay indicios de que el supuesto estafador haya vuelto a casa. La fotografía de Alviz y sus datos personales, junto con la acusación de «fraude y crimen organizado», han llegado a varias oficinas del Ministerio del Interior español, después de que el Ministerio Público salvadoreño le haya implicado en una operación ilegal para hacerse con la concesión en el país de las Revisiones Técnicas Vehiculares (la ITV española). La Corte de Cuentas sostiene que la ex ministra de Medioambiente Ana María Majano, también investigada en este caso, adjudicó el concurso a dos empresas de Alviz (Icasur y Inceysa) por valor de 120 millones de dólares, a pesar de que esas dos compañías nada tenían que ver con la inspección de vehículos. Las investigaciones de la justicia salvadoreña determinaron que las empresas del español se dedicaban legalmente a «la compra, venta, importación y exportación de prendas de vestir, lencería y calzado, así como de todo tipo de complementos del vestir y artículos de bisutería y regalos». La Corte de Cuentas concluyó que Alviz había supuestamente alterado las escrituras de constitución de sus empresas para poder participar y ganar el proyecto de «revisión del patio vehicular del país» durante doce años. Unas ITV que, según los investigadores, le habría supuesto unos beneficios anuales cercanos a los 10 millones de dólares. Pero la ITV no es la única supuesta estafa de Alviz, considerado ya como el delincuente más buscado de El Salvador. La Fiscalía General de este país arguye que el empresario extremeño también pagó comisiones a los ex responsables de la Administración Nacional de Acueductos y Alcantarillados (Anda) por valor de tres millones de dólares para hacerse con «la adjudicación del diseño y operación de la planta de tratamiento de aguas Río Lempa 2 ». Un concurso de 33,7 millones de dólares que finalmente ganó una UTE (Unión Temporal de Empresas) que creó el propio Joaquín Alviz, con su empresa Icasur a la cabeza y otras compañías españolas como satélites. Sin embargo, la planta de tratamiento de aguas, que tenía que estar terminada en el 2001, jamás acabó de construirse, a pesar de que el Gobierno salvadoreño concedió seis prórrogas. Alviz dejó tirados a sus socios españoles y poco después la Fiscalía descubrió que el empresario español había ingresado dos millones de dólares en una cuenta en Suiza a nombre del ex presidente de la Anda, Carlos Perla. Ahora, después de conocerse los presuntos fraudes, la Fiscalía de El Salvador y las policías de varios países investigan muchos otros negocios turbios de Alviz por todo el mundo: extrañas empresas para rescatar galeones españoles hundidos del siglo XVI; compañías de ingeniería en Panamá, Colombia, República Dominicana, Ecuador y Kuala Lumpur; o plataformas flotantes de pesca en Indonesia.