La idea del futuro presidente es dirigir un Ejecutivo «estable» y de «larga duración»
José Montilla promete gobernar Cataluña sin tutelas de Madrid
El tripartito dice que no repetirá los errores del pasado y sitúa como primer objetivo el bienestar social
José Montilla prometió ayer gobernar Cataluña «sin tutelas de partido ni injerencias externas». El futuro presidente de la Generalitat recalcó su intención de dirigir un Ejecutivo «estable», de «larga duración», y situó como primer objetivo la consolidación del bienestar social. Montilla compareció a mediodía en el auditorio del Parlamento junto a Josep Lluis Carod-Rovira y Joan Saura para escenificar el acuerdo que PSC, ERC e ICV alcanzaron el pasado domingo. Ante los 70 diputados electos que conforman la mayoría parlamentaria de izquierda, el próximo presidente de la Generalitat leyó un comunicado consensuado con sus socios en el que prometió dirigir un gobierno «fuerte», de «mirada amplia» y «estable», que «piense en Cataluña». El candidato socialista, que cerró su discurso con un «viva Cataluña», dijo querer hacer de su comunidad «una de las naciones más avanzadas del mundo» y sólo se refirió a España en una ocasión para decir que su gobierno pretende una relación «fraternal» con «el resto de España». No obstante, puso el acento en el perfil social que quiere imprimir al Ejecutivo y situó como primer objetivo, antes del desarrollo del Estatuto, la consolidación del bienestar social. Montilla habló así poco de la nación catalana y mucho de progreso, bienestar, educación, trabajo y servicio público. Resaltó también su propósito de fomentar el diálogo, evitar la crispación y «elevar el prestigio» de la política, todo ello a partir de «la experiencia adquirida» pero consciente «de lo que no ha funcionado» y una vez «aprendidos los errores». «Queremos seguir transformando Cataluña y lo haremos con un gobierno con ilusión renovada. Un gobierno que piense en Cataluña, consciente de que no hay nada más importante que los intereses de los catalanes. Un gobierno cohesionado, sin tutelas de partido ni injerencias externas», remató. «Comunidad de destino» El presidente de ERC y futuro vicepresidente del Gobierno, Josep Lluís Carod-Rovira, dosificó a partes iguales la defensa de las esencias patrias con el reconocimiento de la pluralidad de la sociedad catalana. Defendió que Cataluña debe ser una «comunidad de destino para todos» y subrayó que en la comunidad autónoma «cohesión social» es lo mismo que «cohesión nacional». El tercer «hombre fuerte» del tripartito y futuro titular de Interior de la Generalitat, Joan Saura, puso también el acento en que el Ejecutivo será «estable y sólido» y gobernará «para todos los catalanes» con «ética, transparencia y rigor». El presidente de ICV se comprometió asimismo a construir, desde el poder que le otorgará el nuevo gobierno pero también desde las filas de su formación, «un solo pueblo» en Cataluña.